Tensión máxima entre India y Pakistán deriva en el cierre de aeropuertos
Ataques aéreos, misiles y una creciente amenaza de guerra
La escalada militar entre India y Pakistán ha alcanzado niveles alarmantes, según expertos y fuentes diplomáticas, en lo que ya se considera la peor crisis bilateral en más de cuatro décadas, por lo que las autoridades indias decidieron la suspensión temporal de operaciones de vuelos civiles en aeropuertos y rutas aéreas seleccionadas.
La Autoridad Aeroportuaria de la India (AAI) y las autoridades de aviación pertinentes han emitido una serie de Avisos a los Aviadores (NOTAM) anunciando el cierre temporal de 32 aeropuertos en el norte y oeste de la India para todas las operaciones de vuelos civiles, con vigencia del 9 al 14 de mayo de 2025 (correspondiente a las 05:29 IST del 15 de mayo de 2025), por razones operativas.
Las actividades de navegación civil en estos aeropuertos permanecerán suspendidas durante este período.
Según el NOTAM G0555/25 (que reemplaza al NOTAM 6052/25), los 25 segmentos de movimiento permanecerán inactivos hasta el 15 de mayo de 2025.
Se ha recomendado a las aerolíneas y operadores de vuelo que preparen rutas alternativas según lo acordado con el control de tráfico aéreo pertinente para garantizar la seguridad y minimizar las interrupciones.


India y pakistán, históricamente enfrentadas por el territorio de Cachemira y con una larga historia de conflictos armados, se acusan mutuamente de realizar ataques transfronterizos, incluyendo el uso de drones, misiles y bombardeos aéreos dirigidos a instalaciones militares, según una publicación de The Times.
Movimientos militares y acusaciones cruzadas
El ejército indio ha denunciado un incremento significativo del despliegue de tropas paquistaníes a lo largo de la Línea de Control (LoC), lo que se interpreta como una señal de preparación para un posible conflicto de mayor escala. A su vez, Pakistán ha acusado a India de lanzar ataques preventivos sobre bases aéreas situadas cerca de la frontera, lo que ha elevado las tensiones a un punto crítico.
Silencio diplomático y ausencia de diálogo directo
A pesar del riesgo inminente de una confrontación abierta, no existen actualmente canales diplomáticos activos entre los gobiernos de Nueva Delhi e Islamabad. El presidente del Partido Popular de Pakistán, Bilawal Bhutto Zardari, ha confirmado que no hay negociaciones formales en curso. Según sus declaraciones, Pakistán sigue dispuesto al diálogo, pero advierte que este no puede producirse “bajo la amenaza de misiles y drones”.
Zardari también ha insistido en que su país se mantiene en comunicación con actores internacionales clave, incluyendo Estados Unidos y China, pero responsabilizó directamente a India por la actual espiral de violencia.

Preocupación internacional: China, EE.UU. y el G7 intervienen
La comunidad internacional ha reaccionado con urgencia. China ha manifestado una “profunda preocupación” por la situación, mientras que Estados Unidos, a través del Secretario de Estado Marco Rubio, ha iniciado conversaciones con los cancilleres de ambos países, así como con el jefe del ejército paquistaní, Asim Munir, considerado el verdadero centro de poder en Islamabad.
El G7 también ha hecho un llamamiento conjunto a la moderación, solicitando que ambos países restablezcan la comunicación directa, eviten cualquier escalada militar adicional y prioricen los canales diplomáticos para resolver el conflicto.
Presión interna y riesgo de error estratégico
Analistas como Praveen Donthi, del International Crisis Group, advierten que las bajas civiles generadas por los recientes ataques están sometiendo a los gobiernos de ambos países a una fuerte presión popular, lo que podría alimentar posturas más agresivas. “Ninguna de las partes está en condiciones políticas de retroceder sin perder legitimidad ante su población”, explicó.
Por su parte, Michael Kugelman, del Wilson Center en Washington D.C., subraya que la desconfianza entre ambos países es tan profunda que solo una mediación internacional firme podría frenar la espiral actual.
Un conflicto con implicaciones globales
El conflicto entre India y Pakistán no es un asunto bilateral aislado. Ambos países poseen armas nucleares y han estado cerca del enfrentamiento directo en varias ocasiones, especialmente en 1999 (guerra de Kargil) y tras los atentados de Mumbai en 2008. Una guerra abierta entre ambas naciones no solo pondría en riesgo a más de 1.500 millones de personas, sino que también afectaría la estabilidad geopolítica del sur de Asia y comprometería las rutas comerciales, los mercados energéticos y la seguridad internacional.
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