Restringen privilegios en vuelos para funcionarios públicos en Australia
El gobierno de Australia introdujo una serie de modificaciones en su política de viajes para el sector público, con el objetivo central de generar mayores ahorros y aumentar la transparencia. La nueva normativa, detallada en un informe de la Revisión de Adquisiciones de Viajes de todo el Gobierno Australiano, establece que los funcionarios públicos deben volar en clase turista en todos los trayectos, tanto domésticos como internacionales, cuya duración sea inferior a las tres horas.
Esta directiva impacta directamente en las rutas más densas del país, como las que conectan Sydney, Melbourne y Brisbane, y busca corregir una distorsión en el gasto. Según información reportada originalmente por el diario The Australian y basada en el informe oficial publicado por el Departamento de Finanzas, si bien los viajes en clase ejecutiva representaban solo el 4% de las reservas domésticas, constituían el 8% del gasto total. La disparidad era aún mayor en los vuelos internacionales, donde la clase ejecutiva correspondía al 25% de las reservas pero absorbía el 45% del presupuesto de viajes.
De acuerdo al gobierno, la política de adquisiciones de viajes vigente ya produjo un ahorro de 260 millones de dólares australianos entre enero de 2022 y diciembre de 2023. Sin embargo, las autoridades consideran que existen oportunidades para una mayor eficiencia económica.
¿Por qué el gobierno australiano cambia su política de viajes?
La principal razón es la reducción de costos. El análisis gubernamental demostró que un pequeño porcentaje de vuelos en clase ejecutiva generaba una porción desproporcionadamente alta del gasto total en pasajes aéreos, por lo que estandarizar el uso de la clase turista en vuelos cortos permitirá un ahorro fiscal adicional.
La medida afectará principalmente a Qantas y Virgin Australia, las dos aerolíneas dominantes en el país. El gobierno es un cliente importante, representando el 3,3% del total de pasajeros de Qantas y el 1,4% de los de Virgin Australia. La revisión se inició en parte por señalamientos de que Qantas recibía la mayor parte de las reservas gubernamentales, a pesar de que la política exigía la selección de la tarifa más económica y práctica.
Además de las restricciones de cabina, la nueva política introduce mayor rigor sobre los beneficios adicionales. Los funcionarios no podrán aceptar ascensos de clase, a menos que sea estrictamente necesario por "razones operativas", como evitar la denegación de embarque en un vuelo. Cualquier ascenso aceptado bajo estas circunstancias deberá ser declarado, y se prohíbe explícitamente aceptar ascensos a primera clase.
En un movimiento hacia una mayor transparencia, las membresías a las exclusivas salas VIP de las aerolíneas, como el Chairman's Lounge de Qantas y el Beyond Lounge de Virgin Australia, deberán ser declaradas. El gobierno se comprometió a publicar cada seis meses los detalles de estas membresías para el "personal clave de gestión", incluyendo los sectores volados por aerolínea.
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