Proyecto Amanecer: El Desafío de Qantas a Boeing y Airbus
En la conferencia en la que anunció sus resultados financieros, Alan Joyce, CEO de Qantas, dijo algo muy interesante. «Estoy feliz de anunciar que Qantas desafía a Boeing y Airbus a construir un avión que sea capaz de volar sin escalas las rutas Sydney- Londres, Brisbane-Paris y Melbourne- New York.»
Joyce afirmó que le escribió cartas al director ejecutivo de Boeing, Dennis Muilenburg, y al gerente general de Airbus, Fabrice Bregier. Y también dijo que las dos fábricas están construyendo aviones que están cerca de «cumplir la tarea».
Según los datos proporcionados por Jeppesen, las distancias entre los destinos específicos que Qantas está analizando son:
Brisbane (YBBB/BNE) a París (LFPG/CDG) = 8,922 Millas Náuticas.
Melbourne (YMML/MEL) a Nueva York (KJFK/JFK) = 9,009 Millas Náuticas.
Sydney (YSSY/SYD) a Londres (EGLL/LHR) = 9,184 Millas Náuticas.
Si bien el comentario del CEO de Qantas es 50% cierto y 50% esperanza, sabemos que «casi posible» no es lo mismo que posible. Analicemos entonces qué posibilidades reales tienen los fabricantes de entregar un avión que cumpla con lo requerido.
Boeing: Todas las fichas al 777X
Sin embargo, las especificaciones técnicas actuales de Boeing para las dos variantes actualmente planificadas del 777X no cumplirían la petición de Joyce.
El 777-8 tiene capacidad para 375 pasajeros y tendrá una autonomía de 8.700 millas náuticas, mientras que la variante 777-9 tiene capacidad para 425 pasajeros y tendrá un alcance de 7.600 millas náuticas.
Ambos aviones contarán con motores provistos por General Electric (GE9X) y serán los primeros modelos de Boeing que saldrán de serie con Full Touch Glass Cockpit; es decir, con pantallas táctiles.
Es el primer intento de Boeing para darle a Qantas un avión de ese rango? No. Hace un buen tiempo, allá en 2010, el constructor de Seattle ofreció agregar tanques adicionales a los 747-400ER que Qantas tiene en flota.
Desafortunadamente, la idea no prosperó, ya que la idea en un largo plazo era ir retirando el 747. Actualmente, el vuelo más largo de Qantas está programado para empezar en marzo de 2018, cuando un 787-9 entre Perth y Londres.
La disyuntiva de Boeing entonces, es la siguiente: modifica el proyecto 777X, con los costos que ello implica, para darle a un producto tres horas de ventaja y garantizar un cliente, o se retira y le traslada el problema al rival? Veamos entonces cuáles son las chances de Airbus de entrar en la compulsa.
Airbus: El 350, con espacio para crecer
La última información publicada de Airbus sobre la versión ultra larga del A350-900ULR señala que permitirá «el servicio en vuelos sin escalas de hasta 19 horas». En eso confía Singapore, que ofrecerá la ruta Singapur- Nueva York a partir de 2018.
Los modelos A340, 330 y 380 están descartados; los cuatrimotores justamente por eso, y el 330 porque la idea de desarrollo del modelo es su versión NEO, que no considera por el momento una versión ULR
Al publicar sus resultados financieros de 2017 (en el que anunció el segundo mejor año de su historia, con ganancias de 1400 Millones de Dólares), Qantas señaló que está «investigando vuelos directos desde la costa este de Australia a Londres y Nueva York para 2022». La aerolínea dice que los vuelos directos entre Sydney y Londres reducirían hasta cuatro horas el tiempo total de viaje de Sydney a Londres. Los vuelos directos entre Melbourne y Nueva York reducirían el tiempo de vuelo en esa ruta en casi tres horas.
«Creemos que los avances en los próximos años cerrarán la brecha, y Qantas tiene la experiencia operacional única de ser la aerolínea que ayuda a que esto suceda», dijo Joyce.
Qantas quiere ayudar tanto a Airbus como a Boeing en el diseño de aviones capaces de cumplir sus objetivos con una fecha límite de implementación: 2022. Joyce dijo que el trabajo ya está en marcha para lograr esto bajo una iniciativa llamada «Project Sunrise» (Proyecto Amanecer).
El título de la iniciativa es una referencia a los vuelos que Qantas operó a través del Océano Índico durante la Segunda Guerra Mundial. Esos vuelos estaban en el aire el suficiente tiempo como para ver dos amaneceres. Quienes completaban el viaje, pasaban a pertenecer a la «Orden del Doble Amanecer», y recibían un certificado:
En síntesis, es importante que la industria vuelva a ser desafiada por las líneas aéreas: no son pocos los ejemplos de aviones que nacieron fuera de las fábricas, y cerca del escritorio de un CEO de aerolínea que quiere llevar el mercado (su mercado) un poco más lejos. Quedarán por resolver cuestiones de confort para el pasajero, y carga de trabajo para las tripulaciones: un vuelo de 20 horas implica un ciclo de trabajo de al menos 26, entre preparaciones y chequeos. Seguramente es un factor a tener en cuenta, pero el desafío técnico está planteado: habrá que ver quién está a la altura.
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