Polémica en Vueling: acusaciones de discriminación chocan con el reporte de seguridad de la aerolínea
Vueling niega discriminación tras desembarcar a 50 menores judíos en Valencia. La aerolínea alega motivos de seguridad; en el incidente una maestra fue detenida.
Una polémica envuelve al vuelo VY8166 de Vueling, la aerolínea de bajo costo de IAG, que cubría la ruta Valencia (VLC) – París Orly (ORY), tras el desembarque de un grupo de 50 pasajeros menores de entre 10 y 15 años el 23 de julio.
El incidente generó acusaciones de un posible móvil discriminatorio dado que se trataba de miembros de la colectividad judía, una afirmación que la aerolínea rechaza categóricamente, atribuyendo la decisión a motivos de seguridad operacional.
La controversia escaló cuando a través de redes sociales se difundieron videos que muestran a la maestra que lideraba el grupo en el suelo, siendo esposada por miembros de la Guardia Civil española.
A tono con los tiempos que corren, rápidamente las redes se inundaron de mensajes a favor y en contra, de testimonios de supuestos pasajeros y de imágenes falsas.
Organizaciones como la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE) y el European Jewish Congress, expresaron su preocupación y solicitaron una clarificación a la compañía.
“Los cánticos y muestras de euforia en los aviones no son algo aislado y consideramos que, si estas expresiones fueron la causa del incidente, Vueling tiene que aclararlo”, señalaron desde la FCJE.
En respuesta, Vueling emitió un comunicado oficial para exponer su versión de los hechos. La aerolínea afirmó que "negamos de forma rotunda cualquier afirmación que relacione la decisión de nuestra tripulación con la expresión religiosa de los pasajeros involucrados, la cual respetamos absolutamente".
Según la aerolínea, la medida se tomó debido a que el grupo de pasajeros adoptó "una actitud altamente conflictiva, poniendo en riesgo el desarrollo seguro del vuelo". Vueling detalló que la tripulación actuó ante una serie de acciones que comprometían la seguridad, incluyendo la manipulación indebida de material de emergencia y la interrupción activa de la demostración de seguridad obligatoria antes del despegue.
Ante la persistencia de la conducta y tras múltiples avisos ignorados por parte del grupo, la tripulación siguió los protocolos y solicitó la intervención de la Guardia Civil. Los agentes se personaron en la aeronave y, tras evaluar la situación, procedieron con el desembarque del grupo. La aerolínea añadió que el comportamiento conflictivo continuó en la terminal, lo que resultó en la detención de uno de los individuos por parte de las autoridades.
¿Qué sucede ante un comportamiento conflictivo a bordo?
Los incidentes con pasajeros disruptivos, o unruly passengers, son una preocupación creciente para la industria aérea. Según normativas de la Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea (EASA) y la OACI, la tripulación de cabina tiene la autoridad para tomar las medidas necesarias para mantener el orden y la seguridad. Esto incluye emitir advertencias verbales, y si la conducta no cesa, solicitar la intervención de las autoridades en tierra. La decisión final de desembarcar a un pasajero recae en el comandante de la aeronave, cuya principal responsabilidad es la seguridad del vuelo. Las consecuencias para los pasajeros pueden ir desde multas económicas hasta acciones legales, dependiendo de la gravedad de los actos y la jurisdicción del país.
En su comunicado, Vueling fue taxativa al señalar que la decisión "fue tomada única y exclusivamente para garantizar la seguridad de todos los pasajeros" y que la empresa "rechaza categóricamente cualquier forma de discriminación sin excepciones".
La compañía concluyó lamentando los inconvenientes que la situación ocasionó al resto de los viajeros y agradeciendo su comprensión. Este suceso subraya la delgada línea que las tripulaciones deben gestionar entre el servicio al cliente y la aplicación de estrictos protocolos de seguridad.
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