NASA confirma la detección de posibles biosignos en Marte
El hallazgo sugiere que Marte pudo haber sido habitable más tarde de lo que se creía.
La NASA anunció oficialmente que el rover Perseverance identificó en Marte un conjunto de evidencias químicas que podrían constituir una biofirma—un indicio potencial de actividad biológica pasada— en el cráter Jezero. El hallazgo, publicado en la revista Nature, se produjo a partir del análisis de una roca sedimentaria denominada Cheyava Falls, muestreada en 2024 dentro de la formación geológica Bright Angel.
“Este hallazgo representa el punto más cercano en la historia a confirmar la existencia de vida en Marte”, declaró el administrador interino de la NASA, Sean Duffy. “La identificación de un posible biosigno en el planeta rojo es un descubrimiento trascendental que expande nuestra comprensión científica y reafirma el compromiso de la agencia con la llamada Gold Standard Science”.
El muestreo en el valle Neretva
El núcleo de roca, designado Sapphire Canyon, fue recolectado en un antiguo cauce fluvial —Neretva Vallis— que desembocaba en el cráter Jezero. Los instrumentos PIXL y SHERLOC del rover detectaron en la muestra una combinación de compuestos que, en la Tierra, se asocian a entornos habitables: carbono orgánico, fósforo, azufre y hierro oxidado.
Las imágenes de alta resolución revelaron formaciones minerales con patrones moteados, apodados manchas de leopardo, compuestos de vivianita (fosfato de hierro hidratado) y greigita (sulfuro de hierro). Ambos minerales aparecen frecuentemente en contextos de descomposición orgánica o actividad microbiana en nuestro planeta, aunque también pueden generarse por procesos no biológicos.
“El conjunto de compuestos observados podría haber constituido una fuente de energía metabólica para microorganismos”, explicó Joel Hurowitz, científico del equipo Perseverance y autor principal del estudio.
Un Marte habitable más reciente
La relevancia científica del hallazgo se amplifica por tratarse de una de las formaciones sedimentarias más jóvenes analizadas hasta la fecha por Perseverance. Ello sugiere que Marte pudo haber mantenido condiciones habitables durante más tiempo —y más recientemente— de lo que se suponía, lo que abre nuevas líneas de investigación sobre la cronología de su potencial biológico.
Katie Stack Morgan, científica del proyecto en el JPL, advirtió que “afirmaciones astrobiológicas de este nivel requieren evidencias extraordinarias. La publicación revisada por pares garantiza el rigor y la validez de los datos, aunque aún no es posible descartar explicaciones abióticas”.
Implicancias de largo plazo
El anuncio tiene un impacto que trasciende lo estrictamente científico. La confirmación de un posible rastro de vida en Marte fortalece la narrativa estratégica de Estados Unidos en torno a la exploración espacial tripulada. La NASA ha reiterado que su objetivo sigue siendo enviar astronautas al planeta rojo, y hallazgos como este refuerzan el interés político y presupuestario de largo plazo en el programa de exploración marciana.
El Perseverance, gestionado por el JPL de Caltech para el Directorio de Misiones Científicas de la NASA, lleva recolectados 27 núcleos de roca desde su llegada en febrero de 2021. Además de su misión científica, el vehículo incluye sensores ambientales y materiales de trajes espaciales para evaluar su desempeño de cara a futuras operaciones humanas en Marte.
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