Mayor ejercicio aéreo-espacial de EE. UU. desde la Guerra Fría
EE. UU. busca validar su preparación frente a la amenaza china en el Indo-Pacífico con un despliegue masivo.
El Departamento de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (DAF, por sus siglas en inglés) concluyó recientemente su primer Department-Level Exercise (DLE), un masivo ciclo de maniobras de un mes de duración desarrollado principalmente en el teatro del Indo-Pacífico. Este esfuerzo, catalogado por altos mandos como "el ejercicio a mayor escala en el Pacífico desde la Guerra Fría", integró una serie de maniobras previamente existentes bajo un único paraguas de mando y control. Entre los ejercicios componentes se destacaron Resolute Force Pacific, Resolute Space, Mobility Guardian 2025, Emerald Warrior y Bamboo Eagle 25-3.
El alcance del DLE fue enorme: más de 12.000 efectivos de la Fuerza Aérea, la Fuerza Espacial, y fuerzas aliadas y asociadas, operando más de 400 aeronaves conjuntas y de coalición desde más de 50 ubicaciones distribuidas a lo largo de 3.000 millas en el teatro de operaciones del Indo-Pacífico. Activos clave como los cazas de quinta generación F-22 Raptor y F-35 Lightning II, los transportes estratégicos C-5M Super Galaxy y C-130 Hércules, y las aeronaves de operaciones especiales MC-130J Commando II fueron parte central del despliegue.
"El Departamento de la Fuerza Aérea está enfocado en convertirse en una fuerza de disuasión más fuerte y letal", afirmó el Secretario de la Fuerza Aérea, Troy Meink. "Nuestros aviadores y guardianes fueron capaces de desplegar fuerzas rápidamente, alcanzar la superioridad espacial y asegurar una logística sostenida en entornos disputados".

Validando el Empleo de Combate Ágil (ACE)
Más allá de una demostración de fuerza, el objetivo doctrinal del DLE fue validar y refinar conceptos operativos críticos, con el Empleo de Combate Ágil (Agile Combat Employment - ACE) como eje central. La doctrina ACE busca aumentar la resiliencia y supervivencia de la fuerza aérea mediante la dispersión de aeronaves y personal a un gran número de aeródromos austeros y bases de operación dispersas, complicando así el cálculo de ataque de un adversario.
Los escenarios del ejercicio pusieron a prueba elementos fundamentales de ACE, como la capacidad de generar un alto ritmo de salidas de combate y transporte desde ubicaciones no tradicionales, el establecimiento de puntos de reabastecimiento y armado avanzado (FARP) y el mantenimiento de una logística resiliente bajo amenaza. Las imágenes de un C-5M descargando en Guam o de un MC-130J siendo preparado para una misión de operaciones especiales en Yuma, ilustran esta capacidad de proyectar y sostener poder aéreo en un teatro geográficamente vasto y potencialmente hostil.

El General David Allvin, Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea, subrayó el enfoque en el aprendizaje: "Estresamos el sistema intencionadamente. Fallar hacia adelante, moverse rápido y aprender de nuestros errores es clave. Validamos nuestra habilidad para sostener operaciones, desplegar y redesplegar a escala, y ahora debemos aplicar las lecciones aprendidas".
La superioridad espacial como pilar fundamental

Un componente distintivo del DLE fue la integración total de la Fuerza Espacial a través del ejercicio Resolute Space, el más grande liderado por este servicio en su historia. La premisa es clara: la letalidad de la Fuerza Conjunta depende de la capacidad de la Fuerza Espacial para asegurar el dominio en el espacio.
"La Fuerza Espacial respondió a una escala sin precedentes", declaró el General Chance Saltzman, Jefe de Operaciones Espaciales. "Durante Resolute Space, los Guardianes se entrenaron contra fuerzas agresoras realistas y basadas en amenazas, mientras apoyaban otros nueve ejercicios concurrentes".
Unidades como el 25º Escuadrón de Alcance Espacial (25th SRS) desplegaron Centros de Operaciones de Alcance Transportables (TROC) en lugares como Hawái para proporcionar un entorno electromagnético realista que permitiera a los participantes entrenar en condiciones disputadas sin afectar a otros usuarios del espectro.
Lecciones Aprendidas
Para gestionar la complejidad del DLE, se estableció un centro de control general que permitió una supervisión centralizada y una toma de decisiones en tiempo real. Sin embargo, el verdadero valor del ejercicio reside en la masiva operación de recolección de datos y observaciones.

Según Allen Moore, del equipo de Lecciones Aprendidas, "el DLE fue la mayor recolección de Lecciones Aprendidas de la Fuerza Aérea que hemos hecho, por un factor de tres". Equipos de evaluadores se distribuyeron por todo el teatro de operaciones para observar desde operaciones de Fuerzas de Tarea Conjuntas y mando y control complejo, hasta la logística, las comunicaciones y la integración con aliados.
Estas observaciones se analizarán para refinar la doctrina, la planificación y la ejecución de futuras operaciones a gran escala. El DAF ya ha confirmado su compromiso de realizar ejercicios de esta magnitud de forma regular, convirtiendo la preparación para un conflicto de alto nivel en un pilar institucional. La era de los ejercicios aislados ha dado paso a una nueva concepción de entrenamiento integrado y multidominio, con el Indo-Pacífico como escenario principal.
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