La guerra electrónica asegurará la vigencia del F-16 más allá de 2040
Los avanzados sistemas IVEWS y Viper Shield son centrales en la modernización de la flota F-16.
A casi cinco décadas de su entrada en servicio, el F-16 Fighting Falcon sigue consolidándose como uno de los cazas más versátiles y longevos del mundo. Pero su proyección operativa más allá de 2040 no depende únicamente de actualizaciones estructurales o de aviónica. Su vigencia en escenarios de combate altamente contestados descansa, sobre todo, en su capacidad de guerra electrónica (EW).
En un entorno definido por el combate multispectral y la proliferación de amenazas avanzadas, la integración de sistemas de última generación y los esfuerzos del programa PoBIT (Post Block Integration Team) son los elementos que aseguran que el F-16 siga siendo un actor relevante.
De caza polivalente al combate multispectral
Diseñado originalmente en los años 70 como un caza ligero de combate aéreo, el F-16 evolucionó a lo largo del tiempo hacia un multirrol capaz de ejecutar multitud de misiones. Sin embargo, el salto tecnológico que exige la guerra aérea contemporánea ha redefinido las prioridades de modernización: la supervivencia en entornos saturados por radares multifrecuencia, misiles superficie-aire avanzados y sistemas de negación electrónica depende cada vez más de la capacidad del avión para operar, disputar y dominar el espectro electromagnético.
En este contexto, la guerra electrónica se convierte en el núcleo de la modernización del F-16, permitiéndole no solo protegerse y sobrevivir, sino también actuar como un multiplicador de capacidades dentro de redes de combate centradas en datos.

Viper Shield: el estándar de exportación F-16V
El AN/ALQ-254(V)1 Viper Shield, desarrollado por L3Harris/RTX, representa el cambio cualitativo en la protección electrónica estandarizada para el F-16. Este sistema está integrado de forma nativa en la línea de producción del Block 70/72 y se ofrece como solución de modernización para flotas existentes.
El Viper Shield combina receptores digitales de amplio espectro, técnicas de contramedidas adaptativas y arquitectura abierta. Su misión principal es aumentar la supervivencia frente a amenazas modernas, detectando, clasificando y neutralizando señales hostiles de radar. Su arquitectura modular permite integrarlo sinérgicamente con sensores avanzados como el radar AN/APG-83 AESA, generando un entorno de conciencia situacional multispectral.
Este sistema es un argumento decisivo en el atractivo internacional del F-16. Un ejemplo reciente es la posible venta de 12 F-16 Block 70 a Perú, autorizada por el Departamento de Estado de EE.UU. en septiembre de 2025, que incluye el Viper Shield como componente clave para garantizar la operatividad de los cazas frente a defensas aéreas avanzadas. También fue ofrecido para la modernización de los F-16 polacos. El éxito del Viper Shield en el mercado FMS establece un estándar global de interoperabilidad para la versión Viper.
IVEWS: el contendiente de la USAF
Frente al estándar de exportación de Lockheed Martin, la USAF ha invertido en el desarrollo de un sistema propio: el AN/ALQ-257 Integrated Viper Electronic Warfare Suite (IVEWS). Este programa, liderado por Northrop Grumman, se enfoca en dotar a los cazas estadounidenses de "contramedidas electrónicas de quinta generación" con capacidad de receptor de advertencia de radar digital (DRWR), jammer de autoprotección y señuelos remolcados.
El valor estratégico y financiero de este programa es inmenso. El análisis de Teal Group proyecta que el segmento de EW para la flota de la USAF podría ascender a una inversión de USD 6.000 a USD 12.000 millones en la próxima década. Este pronóstico ilustra que el sistema de defensa electrónica es el núcleo financiero de la extensión de vida útil del F-16 norteamericanos.
Aunque el IVEWS se encuentra en la fase de desarrollo financiada por la USAF, la decisión final de la adquisición para producción masiva para el grueso de los 600 aviones de los bloques 40/50 sigue abierta, configurando una competencia directa con el Viper Shield de L3Harris.
PoBIT: la estrategia de fondo de la USAF
La centralidad de la guerra electrónica se canaliza a través del programa PoBIT (Post Block Integration Team). Iniciado en 2022 con un presupuesto total de aproximadamente USD 6.300 millones, este programa contempla hasta 22 modificaciones en 608 aeronaves de los bloques 40/42 y 50/52.
El compromiso presupuestario se mantiene inalterado: el Departamento de Guerra para el Año Fiscal 2026 (FY2026) reafirmó la continuidad del programa, incluyendo una asignación específica de USD 50 millones destinados al segmento de Guerra Electrónica. Esta financiación confirma que, pese a la transición gradual de algunas unidades al F-35, no existe intención de reducir o cancelar el esfuerzo PoBIT. El objetivo estratégico es mantener al F-16 plenamente operativo al menos hasta mediados de la década de 2040.

Es en el marco del PoBIT donde se instalará el sistema de EW de "próxima generación" (ya sea el IVEWS o el Viper Shield), asegurando que el F-16 no sea superado por amenazas emergentes.
Un rol vigente en la arquitectura de combate futura
La persistencia del F-16 no responde a la nostalgia, sino a una lógica operativa: su capacidad de adaptación. En un escenario caracterizado por la convergencia de sensores, redes y dominios, la guerra electrónica se convierte en el eje que permite a una plataforma de cuarta generación mantener su relevancia.
Al integrarse en arquitecturas de combate colaborativas junto a cazas furtivos y sistemas no tripulados, un F-16 dotado de EW avanzada puede desempeñar funciones esenciales: participar en la apertura de corredores en entornos A2/AD, proteger activos de alto valor y contribuir a la supremacía del espectro electromagnético. Más allá de sus mejoras cinéticas o de sensores, es esta capacidad de operar, disputar y dominar el espectro la que explica por qué el F-16 seguirá siendo un actor clave en la guerra aérea durante la proxima década o mas allá.
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