GE acelera el desarrollo del ramjet sólido con el programa ATLAS
La tecnología de ramjet de combustible sólido es clave para la nueva generación de misiles de largo alcance.
GE Aerospace anunció la exitosa finalización de las primeras pruebas supersónicas en vuelo del Atmospheric Test of Launched Airbreathing System (ATLAS), un demostrador de propulsión ramjet de combustible sólido (SFRJ, por sus siglas en inglés) que representa un paso decisivo en la evolución de las armas aéreas de próxima generación. Las pruebas, realizadas en el Kennedy Space Center y financiadas por el Departamento de Guerra bajo el Título III de la Defense Production Act, marcaron el primer vuelo exitoso de un sistema de este tipo desarrollado por la compañía.
El sistema fue transportado en tres vuelos de transporte cautivo a bordo de un Starfighters F-104, alcanzando velocidades supersónicas y operando en condiciones atmosféricas representativas del entorno operativo real.
“Este es un momento crucial para GE Aerospace, ya que demostramos nuestra tecnología solid fuel ramjet en vuelo por primera vez”, destacó Mark Rettig, vicepresidente y gerente general de Business & Technology Development en Edison Works, la división de desarrollo avanzado de GE. “Las pruebas de transporte cautivo con hardware de vuelo reutilizable permiten realizar ensayos con mayor frecuencia y en condiciones más realistas para entender mejor el comportamiento del sistema”, agregó.
De la validación experimental al salto operativo
La fase actual del programa ATLAS busca demostrar y validar las capacidades clave del ramjet de combustible sólido durante el vuelo, una tecnología que promete transformar el diseño de misiles aire-aire y aire-superficie al combinar mayor velocidad, alcance extendido y tiempos de respuesta reducidos con una arquitectura más simple, segura y económica.
A diferencia de los ramjet convencionales que utilizan combustibles líquidos, los SFRJ prescinden de complejos sistemas de alimentación y almacenamiento, reduciendo el peso estructural y liberando volumen interno para mayores cargas útiles o sistemas de guiado más avanzados. Esto no solo mejora la maniobrabilidad y el rendimiento general del misil, sino que también simplifica el mantenimiento y reduce los costos operativos, un aspecto clave para la adopción masiva de este tipo de armamento.

La reactivación del interés estadounidense por los ramjets sólidos responde al objetivo estratégico de extender el alcance de las municiones lanzadas desde plataformas tripuladas y no tripuladas, una necesidad operativa cada vez más apremiante en escenarios de negación de acceso (A2/AD). La adquisición de Innoveering por parte de GE en 2022 y la modernización de sus centros de ensayo en Evendale (Ohio), Bohemia (Nueva York) y Niskayuna (Nueva York) forman parte de un esfuerzo integral para acelerar el desarrollo y escalado de tecnologías hipersónicas y de alta velocidad.
Un ecosistema tecnológico en expansión: el puente con el programa SFIRR
El avance logrado por GE con ATLAS se integra en un ecosistema más amplio de programas estadounidenses que buscan aprovechar el potencial de los ramjets sólidos. Entre ellos destaca el Solid Fuel Integrated Ramjet Rocket (SFIRR), desarrollado por la Naval Air Warfare Center Weapons Division (NAWCWD) de la Marina de los Estados Unidos, que completó en mayo su primera prueba de lanzamiento aéreo desde una plataforma no tripulada.
Ese demostrador combinó tecnologías avanzadas de propulsión, aviónica y control de tiro en un prototipo desarrollado en apenas doce meses, confirmando el valor operativo de lanzar misiles de largo alcance desde sistemas no tripulados. “Esta integración exitosa valida aspectos clave de nuestro diseño y nos acerca a ofrecer un sistema de propulsión avanzado que brinde mayor alcance y velocidad a los combatientes”, explicó entonces Abbey Horning, directora de producto de la Oficina de Conceptos Avanzados y Prototipos del NAWCWD.
Pese a que la tecnología SFRJ tuvo importantes inversiones en las décadas de 1970 y 1980, su resurgimiento en el contexto actual responde a nuevas exigencias estratégicas. “Conducimos autos desde principios del siglo XX, pero eso no significa que hayamos dejado de mejorarlos. Lo mismo aplica al ramjet de combustible sólido”, señaló Ephraim Washburn, subdirector de Energética del NAWCWD. “Hoy lo estamos convirtiendo en una solución moderna para la flota”.
Hacia misiles más veloces, persistentes resistentes y adaptables
La información obtenida en las pruebas de ATLAS será determinante para acelerar el desarrollo de nuevos misiles tácticos y estratégicos, con mejoras sustanciales en alcance, resistencia, velocidad y capacidad de adquisición de blancos. Al eliminar limitaciones estructurales y logísticas asociadas a los sistemas de combustible líquidos, los propulsores ramjets de estado sólido pueden integrarse más fácilmente en plataformas aéreas existentes y futuras, desde cazas de quinta y sexta generación hasta drones de combate y armas hipersónicas.
En conjunto, los programas ATLAS y SFIRR evidencian un cambio doctrinario en la estrategia estadounidense de desarrollo de armamento: pasar de proyectos aislados a un ecosistema tecnológico coordinado que acelere la transición desde la investigación hasta la capacidad operativa. El avance logrado por GE representa un hito dentro de esa hoja de ruta, con potencial para redefinir las capacidades de ataque de precisión en las próximas décadas.
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