Funcionario es castigado a latigazos por retrasos en obra aeroportuaria en Perú
La tensión por los retrasos en la pista del Aeropuerto de Jaén escaló a un nivel físico: ronderos castigaron a un gerente de CORPAC ante la parálisis de las obras.
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La crisis por las demoras en la rehabilitación de la pista de aterrizaje del Aeropuerto de Jaén (JAE), en Cajamarca, escaló de manera drástica. Un grupo de ronderos locales aplicó un castigo físico con látigos al gerente de administración y finanzas de CORPAC, José Luis López Guzmán, como una medida extrema ante la parálisis de las obras.
Los ronderos, cuyo nombre oficial es Rondas Campesinas, son organizaciones comunales autónomas de Perú, formadas y dirigidas por los propios habitantes de zonas rurales, principalmente en la sierra andina. Su propósito fundamental es proveer seguridad, administrar justicia y resolver conflictos dentro de sus comunidades, basándose en sus costumbres y tradiciones.
La acción de la comunidad, reportada por medios peruanos, se dio en presencia del alcalde provincial, José Tapia Díaz, quien respaldó la indignación popular. El alcalde declaró que tomaron las instalaciones "para exigir que la empresa contratista y los responsables de CORPAC cumplan y terminen la obra".
Según su testimonio, encontraron "trabajadores sentados diciendo que no había materiales", una situación que calificó como "un caos". Las pérdidas económicas por los más de dos años de retrasos, según el alcalde, ascienden a 500 millones de soles (unos 135 millones de dólares).
Esta medida de fuerza ocurrió casi en simultáneo a un comunicado oficial de CORPAC que pintaba un panorama muy diferente. La corporación estatal aseguró que continuaba con las labores de asfaltado en los "últimos tramos" de la pista.
Según la versión de CORPAC, ya se terminó "con la colocación de las bases y asfaltado de más del 96% de las áreas intervenidas". El comunicado detallaba el uso de asfalto en caliente de tipo FAA P-401 con ligante PG 82-22, diseñado para soportar condiciones climáticas adversas y el peso de las aeronaves. El mismo gerente José Luis López, quien luego fue castigado, había acompañado horas antes al alcalde distrital de Bellavista, Jhony Rojas, en un recorrido por las obras para explicar "lo poco que resta por concluir".
¿Por qué castigaron al gerente si CORPAC reportaba avances?
Aunque CORPAC informó un avance técnico del 96%, la comunidad y el alcalde provincial de Jaén, frustrados por más de dos años de retrasos y promesas incumplidas, percibieron la situación como una parálisis y falta de transparencia. La acción de los ronderos fue una respuesta a la desconfianza acumulada y a la percepción de que los trabajos no avanzaban al ritmo comprometido, más allá de las cifras oficiales.
La versión oficial de CORPAC contrasta con la percepción en el terreno. Mientras la corporación hablaba de pruebas técnicas inminentes y coordinaciones con las aerolíneas para reanudar los vuelos, la comunidad y sus autoridades provinciales denunciaban inacción y falta de materiales.
El dirigente de las rondas campesinas que lideró el castigo lo justificó como una respuesta a los engaños. "Necesitamos que se termine de inmediato la construcción del aeropuerto, basta de mentiras", advirtió ante medios locales, y sentenció que si no se cumple, "volveremos y castigaremos a los responsables".
Este reporte del Canal 24 horas de Perú muestra el momento del ataque de los denominados “ronderos” al funcionario:
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