El regalo dirigido: Trump habría pedido condiciones de compra por el 747 de Qatar que recibiría "en donación"
Un nuevo informe periodístico, que cita múltiples fuentes familiarizadas con las discusiones, altera la narrativa en torno a la oferta de un lujoso Boeing 747 por parte del gobierno de Qatar al Presidente Donald Trump. Contrario a las repetidas descripciones del mandatario sobre la aeronave valorada en aproximadamente USD 400 millones como un "regalo" no solicitado, los detalles que emergen indican que funcionarios de la administración estadounidense contactaron inicialmente a Qatar para explorar la adquisición del avión.
Según la información revelada por CNN, que cita a cuatro fuentes conocedoras de las conversaciones, representantes de la administración "primero se acercaron a Qatar para preguntar sobre la adquisición de un Boeing 747 que podría ser utilizado como Air Force One por el Presidente Donald Trump". Esta iniciativa habría surgido después de que, tras la asunción de Trump en enero, el Pentágono consultara con Boeing sobre los nuevos aviones presidenciales. La compañía aeroespacial comunicó que no podría entregar los reemplazos para la envejecida flota presidencial por al menos otros dos años.
Ante la perspectiva de esta demora y el deseo de la administración Trump de obtener un reemplazo más rápido, la Fuerza Aérea exploró diversas opciones. Un alto oficial de la Casa Blanca confió a CNN que, paralelamente, Trump "encargó a su enviado para Medio Oriente, Steve Witkoff, la tarea de encontrar una lista de aviones viables". Witkoff, según el mismo funcionario, facilitó las conversaciones iniciales.
Posteriormente al contacto inicial del Pentágono con Boeing, la compañía fabricante proveyó a oficiales de defensa estadounidenses una lista de otros clientes de Boeing alrededor del mundo con aeronaves que podrían servir como solución interina. Una fuente conocedora de las discusiones afirmó que "Qatar era uno de los clientes", añadiendo que el Pentágono "ofreció comprar el avión", y Qatar indicó su disposición a venderlo. Otra fuente recordó que las discusiones iniciales giraron en torno al arrendamiento de la aeronave, en lugar de una compra directa. El Pentágono habría iniciado estas conversaciones tras conocer el respaldo de la Casa Blanca a la idea.
Estas revelaciones contrastan con la caracterización pública de Trump sobre el acuerdo. El Presidente describió la potencial transacción en múltiples ocasiones como un "gesto" o una "contribución" de la familia real catarí. En su plataforma Truth Social, Trump escribió que se trataba de un "'REGALO, LIBRE DE CARGO'". Añadió que el avión serviría como un reemplazo temporal para el Air Force One y se entregaría a su biblioteca presidencial una vez dejara el cargo, negando que fuera a volar en la aeronave posteriormente.
Trump también defendió la aceptación de la oferta, manifestando que tendría que ser una "persona estúpida" para rechazar un "avión gratis" de un gobierno extranjero. En una entrevista con Fox News la semana pasada, Trump comentó que Boeing estaba "muy retrasado con el avión" y que "Qatar escuchó sobre ello, y él es un gran líder. Y estábamos hablando, y dijo, 'Si puedo ayudarte, déjame hacerlo'. Y tenían un avión".
Puede interesarte
En febrero, Trump inspeccionó el avión catarí junto a algunos asesores cuando este se encontraba en el aeropuerto de Palm Beach, Florida, cerca de su residencia de Mar-a-Lago. Posteriormente, según reportes, Trump comentó a su entorno sobre la suntuosidad de la aeronave. El director de comunicaciones de Trump, Steven Cheung, indicó en su momento que el presidente estaba en el avión "para revisar el nuevo hardware/tecnología".
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, calificó la potencial transferencia como una "donación a nuestro país", afirmando que la familia real de Qatar "ofreció donar este avión a la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, donde esa donación será aceptada de acuerdo con todas las obligaciones legales y éticas".
Actualmente, abogados de ambas partes continúan definiendo los términos del acuerdo. "Desde ese momento [el contacto inicial de EE. UU. con Qatar] hasta hoy, el asunto sigue con los equipos legales", dijo una de las fuentes, "y no se tomó ninguna decisión en absoluto". Aunque informes iniciales valoran el avión en USD 400 millones, dos fuentes señalaron que su valor se depreció.
La controversia en torno a la aeronave, que amenazó con opacar un viaje de Trump a Medio Oriente, generó reacciones políticas. Demócratas y varios republicanos influyentes expresaron su oposición al potencial acuerdo por motivos éticos, y legisladores demócratas amenazaron con bloquear ventas de armamento al país del Golfo.
El Primer Ministro de Qatar, Mohammed bin Abdulrahman bin Jassim Al-Thani, al ser consultado por CNN, no confirmó directamente la versión de Trump sobre haber sido contactado por un oficial catarí, y describió la situación como "un trato muy simple de gobierno a gobierno donde el Ministerio de Defensa y el Departamento de Defensa todavía intercambian la posibilidad de transferir uno de nuestros 747-8 para ser usado como Air Force One y todavía está bajo revisión legal". Al-Thani añadió que "si hay algo que EE. UU. necesita y es completamente legal y podemos, somos capaces de ayudar y apoyar a EE. UU., entonces no nos rehuimos", asegurando que la oferta se retiraría si la transacción se considerase ilegal.
La oferta catarí y la nueva luz sobre sus orígenes se producen en el contexto de los retrasos del programa VC-25B, destinado a sustituir los actuales VC-25A (basados en el Boeing 747-200B) que sirven como Air Force One. Estos nuevos aviones, derivados de la plataforma Boeing 747-8 Intercontinental, enfrentan demoras. La jefa interina de adquisiciones de la Fuerza Aérea, Darlene Costello, indicó al Congreso este mes que la entrega se prevé para 2027, "si podemos llegar a un acuerdo sobre los cambios en los requisitos".
Esta fecha es cinco años posterior a la original, pero dos años antes de lo que Boeing había pronosticado recientemente. Trump expresó su descontento por las demoras, comentando en febrero que "no hay excusa para ello" y que podría "comprar uno usado y convertirlo", añadiendo que "estamos viendo otras alternativas".
Más allá de las cuestiones éticas y legales, la adaptación de una aeronave de segunda mano de otro gobierno, incluso uno aliado, a los estándares del Air Force One presenta desafíos técnicos y económicos considerables. Oficiales actuales y anteriores indicaron a CNN que el proceso de instalar los sofisticados sistemas de comunicaciones seguras, aviónica militar y capacidades de autodefensa podría tomar dos años y costar "múltiplos de lo que vale el avión en sí".
Las agencias de inteligencia y seguridad de EE. UU. encargadas de la revisión necesitarían esencialmente desmontar la aeronave hasta su estructura básica y reconstruirla con el equipamiento necesario. Un ex alto oficial de contrainteligencia expresó escepticismo: "No veo cómo se hace esto con un nivel aceptable de riesgo en un tiempo razonable, si es que se puede hacer".
Comentarios
Para comentar, debés estar registrado
Por favor, iniciá sesión