El nuevo Air Force One de Trump: revelan los detalles del polémico acuerdo con Qatar
La formalización de la donación del avión presidencial divide a republicanos y demócratas, que cuestionan la ética y la transparencia de la operación.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos y Qatar formalizaron la transferencia de un avión Boeing 747-8 que se espera se una a la flota presidencial estadounidense. El Secretario de Defensa, Pete Hegseth, y su homólogo qatarí, Saoud bin Abdulrahman Al-Thani, firmaron un memorando de entendimiento el pasado 7 de julio, según información de CNN y The Washington Post.
El documento, del cual se conocieron extractos, describe la aeronave como un "regalo de buena fe" y una "donación incondicional", estipulando que el gobierno estadounidense no pagará nada a Qatar por la transferencia. El texto subraya que la donación se realiza "en el espíritu de cooperación y apoyo mutuo entre las partes" y que no se relaciona con ninguna forma de "soborno, influencia indebida o práctica corrupta".
La aeronave en cuestión es un Boeing 747-8I de 13 años de antigüedad, anteriormente operado por la flota Qatari Amiri Flight para la familia real. Actualmente, el avión se encuentra estacionado en San Antonio, Texas, a la espera de un profundo y costoso proceso de modificación para cumplir con los exigentes estándares de seguridad y comunicaciones requeridos para un avión presidencial, conocido globalmente por su indicativo Air Force One cuando el presidente está a bordo.
El Acuerdo del 747 Qatarí
¿Qué es? Una donación "incondicional" de un Boeing 747-8 de Qatar a EE. UU.
¿Para qué? Para ser modificado y utilizado como parte de la flota presidencial (Air Force One).
¿Cuánto cuesta? El avión es gratis, pero su adaptación podría superar los USD 400 millones, financiados con fondos del programa de misiles Sentinel.
¿Por qué es polémico? Por cuestionamientos éticos y el origen de los fondos para su costosa modernización.
La transferencia generó una fuerte controversia política en Washington. Legisladores tanto del partido demócrata como del republicano expresaron su preocupación por las implicaciones éticas de aceptar un regalo de tal magnitud de una nación extranjera. Inicialmente, la Fuerza Aérea de EE. UU. (USAF) manejaba la posibilidad de una compra, no de una donación, lo que tomó por sorpresa a varios oficiales del Pentágono, según reportes previos.
El presidente Donald Trump defendió la operación, describiéndola en repetidas ocasiones como un "REGALO, LIBRE DE CARGOS". Sin embargo, el costo de la adaptación correrá por cuenta del contribuyente estadounidense. El Secretario de la Fuerza Aérea, Troy Meink, estimó ante el Congreso que el costo "probablemente" será inferior a los USD 400 millones, aunque expertos en aviación e ingenieros consultados por The Hill sugieren que la cifra podría ascender hasta los USD 1.000 millones.
Para financiar estas modificaciones, la USAF planea transferir cientos de millones de dólares desde el programa Sentinel, el proyecto de desarrollo del nuevo sistema de misiles balísticos intercontinentales terrestres. Este programa ya enfrenta importantes sobrecostos y retrasos, lo que añade más leña al fuego de la controversia.
Mientras tanto, la Freedom of the Press Foundation interpuso una demanda bajo la Ley de Libertad de Información (FOIA) para que el Departamento de Justicia publique un memorando firmado por la Fiscal General, Pam Bondi, que supuestamente proporciona la justificación legal para que la administración Trump acepte el regalo.
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