EE. UU. impulsa el desarrollo de armas electromagnéticas con un contrato de 15 millones de dólares
La empresa Science, Engineering, Management Solutions LLC (Sem-Sol), con sede en Albuquerque, Nuevo México, ha recibido un contrato de entrega indefinida/cantidad indefinida (IDIQ) con un tope de $15 millones para la investigación y desarrollo de sistemas de armas electromagnéticas de alta potencia (HPEM, por sus siglas en inglés).
El contrato, identificado como FA9451-25-D-X003, fue emitido por el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea de EE. UU. (AFRL) en la Base Aérea de Kirtland y se centra en el desarrollo, prueba e integración de subsistemas para armas HPEM de aplicación aérea. La adjudicación se realizó tras recibir tres ofertas bajo un anuncio de investigación avanzada restringido. El financiamiento inicial es de $131,989 del presupuesto de investigación y desarrollo del año fiscal 2025. Se prevé que el trabajo concluya el 3 de marzo de 2029.
¿Qué es la tecnología HPEM?
Los sistemas HPEM pertenecen a la categoría de armas de energía dirigida (DEW) y están diseñados para generar pulsos electromagnéticos o microondas capaces de interferir, inutilizar o destruir sistemas electrónicos. Estas tecnologías tienen aplicaciones estratégicas debido a la creciente dependencia de sistemas electrónicos en operaciones militares y civiles.
Las armas HPEM emiten energía electromagnética de alta intensidad para afectar componentes electrónicos. A diferencia de las armas convencionales, no requieren impacto físico para neutralizar un objetivo. Su efecto se logra a través de la inducción de sobretensiones, donde la energía electromagnética genera corrientes inducidas que pueden sobrecargar circuitos sensibles.
Además, la exposición a altos niveles de energía puede inutilizar microchips y transistores. También pueden generar interferencia en comunicaciones, con capacidad para inutilizar radares, radios y redes inalámbricas, afectando la coordinación del adversario.
Tipos de armas HPEM
Existen dos categorías principales de armas HPEM. Las armas de microondas de alta potencia (HPM) utilizan radiación de microondas para inutilizar sistemas electrónicos a distancia, con aplicaciones en la defensa contra drones, la interferencia en radares y la desactivación de infraestructuras electrónicas. Por otro lado, las armas de pulso electromagnético (EMP) generan pulsos electromagnéticos intensos que inducen corrientes destructivas en circuitos electrónicos. Estas pueden ser de origen nuclear, provocadas por explosiones nucleares, o no nuclear, mediante generadores especializados.
Aplicaciones y desafíos de las armas HPEM
El desarrollo de sistemas HPEM tiene diversas aplicaciones en defensa. En el ámbito de la guerra electrónica (EW), estas armas permiten la desactivación de radares, la interferencia en comunicaciones y la neutralización de sistemas de vigilancia. También se utilizan en la defensa contra drones, interrumpiendo sus sistemas de control electrónico y dejándolos inoperativos. Otra aplicación clave es la protección de aeronaves y misiles, neutralizando amenazas electrónicas y sistemas de guiado enemigos. Además, pueden emplearse en ataques a infraestructuras críticas, inutilizando redes eléctricas, centros de mando y bases de datos sin generar daños cinéticos.
Las armas HPEM ofrecen varias ventajas. Su impacto no cinético permite neutralizar amenazas sin causar daños físicos o víctimas. Su rapidez y sigilo les permiten actuar instantáneamente y sin detección visible. Además, su capacidad de cobertura múltiple permite que un solo pulso afecte varios objetivos simultáneamente. Otro beneficio es su bajo costo operativo, ya que dependen de energía eléctrica en lugar de munición convencional, lo que reduce significativamente los costos de uso.
Sin embargo, también presentan desafíos. La generación de pulsos electromagnéticos de alta potencia requiere fuentes de energía masivas, lo que limita su despliegue en ciertos escenarios. Existe también el riesgo de efectos colaterales, ya que pueden afectar sistemas electrónicos aliados o civiles. Finalmente, los adversarios podrían desarrollar contramedidas como tecnologías de protección y blindaje electrónico para reducir su impacto.
La adjudicación de este contrato a Sem-Sol subraya el creciente interés de la Fuerza Aérea de EE. UU. en el desarrollo de armas de energía dirigida y capacidades de guerra electrónica. La investigación en sistemas HPEM aéreos permitirá avanzar en mecanismos de defensa no cinéticos, alineados con las necesidades del combate moderno.
El trabajo conjunto de Sem-Sol y el AFRL en la Base Aérea de Kirtland será clave para mejorar la eficacia operativa de estas tecnologías y facilitar su transición a sistemas desplegables para 2029. A medida que evoluciona la guerra electrónica, las armas HPEM podrían convertirse en un pilar estratégico de la seguridad nacional.
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