Derrumbe en el aeropuerto de Palma causa daños y alarma entre pasajeros
Un derrumbe en la zona de obras del aeropuerto de Palma generó tensión entre pasajeros. No hubo heridos, pero sí daños materiales y críticas laborales.
Un nuevo incidente encendió las alarmas en el aeropuerto de Palma de Mallorca, donde cascotes y parte de un muro en obras se precipitaron desde lo alto del edificio terminal, provocando un estruendo, nube de polvo y una escena que pudo haber terminado en tragedia.
La información, publicada por el Diario de Mallorca, detalla que la caída ocurrió el jueves alrededor de las 16:30 horas, cuando los materiales de la obra impactaron con violencia una claraboya acristalada que iluminaba el acceso a las primeras 17 cintas de recogida de equipajes. La estructura estalló literalmente en mil pedazos, cayendo sobre el suelo junto con restos de cristal y material de construcción.
Uno de los trabajadores no dudó en advertir lo cerca que se estuvo del desastre: “Si los escombros llegan a caer sobre un pasajero estaríamos lamentando una desgracia”, exclamó un trabajador, según reporta el Diario de Mallorca. Parte del vidrio roto alcanzó incluso las primeras cuatro cintas, donde los pasajeros esperaban sus maletas.
Aunque milagrosamente no hubo heridos, la caída dañó seriamente máquinas expendedoras situadas en el lugar, y dejó en evidencia nuevamente las denuncias por condiciones laborales deficientes en el aeropuerto. Varios empleados coincidieron en que los trabajos en altura y la actividad simultánea en distintas plantas están generando situaciones peligrosas.
Tras el suceso se desplegó personal de limpieza y operarios para retirar cascotes y cristales, en una operación que se extendió por casi media hora. Mientras tanto, se colocaron lonas para ocultar los restos de la vista de los pasajeros.
Fuentes de AENA señalaron al medio mallorquín que se está investigando lo ocurrido y que se adoptarán las medidas necesarias, incluyendo la posible depuración de responsabilidades.
Las obras se concentran en el extremo del edificio terminal, donde ya no están operativos ni los ascensores ni la rampa de caracol. La zona afectada conecta con el módulo D y se encuentra justo debajo de los trabajos que se realizan para habilitar la nueva área comercial en la cuarta planta, donde hasta noviembre se ubicaban los controles de seguridad.

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