APLA en alerta ante una «crisis profunda de la actividad aerocomercial» en Argentina

La Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) emitió este domingo un comunicado titulado «En Defensa del Trabajo Argentino y la Carrera Profesional de los Pilotos», mediante el cual convoca a una asamblea de afiliados de todas las empresas aeronáuticas del país para el próximo lunes 12 de septiembre a las 16 horas, con el objetivo de definir un «plan de lucha», en el cual no dejarían de contemplar la posibilidad de un paro nacional contra, en sus palabras, «una política aerocomercial que pone en peligro la fuente laboral de los pilotos argentinos».

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De acuerdo a APLA, «la actividad aerocomercial en el país se encamina a una crisis profunda y los únicos ganadores parecen ser los grandes grupos transnacionales en perjuicio de los trabajadores argentinos», haciendo referencia, sin dar nombres, a la apertura que ha tenido el mercado aéreo en nuestro país desde el cambio de gobierno, que ha permitido el anhelado desembarco de Copa en Rosario (y próximamente en Mendoza), LATAM desde Lima hacia Salta y Rosario, Sky desde Santiago de Chile hacia Córdoba (y también próximamente hacia Mendoza), y varias rutas más que quizás lleguen en los próximos años, las cuales facilitan el acceso a vuelos internacionales a quienes no viven en Buenos Aires.

Siempre según APLA, situación que ocurre «sin que el gobierno exija reciprocidad que asegure que líneas aéreas argentinas también puedan cubrir las nuevas rutas y/o frecuencias» (aunque ¿cuánto le serviría, por ejemplo, a Aerolíneas Argentinas volar desde Rosario hacia Panamá, cuando su hub es Buenos Aires?).

Sigue el comunicado con la afirmación de que «se está condenando a la aviación nacional a su achicamiento o imposibilitando su expansión ante una competencia claramente desleal que solo repara en operar con costos laborales más bajos independientemente de las condiciones de seguridad, su capacitación o su procedencia», tomando como ejemplo el cierre de Sol y la situación laboral de sus pilotos, que aún no han podido reinsertarse en otra compañía aérea (mientras un grupo de TCP de esa compañía sí ha logrado ingresar a Austral).

Y para cerrar, el siguiente texto: «El futuro de la aviación comercial nacional está en juego. Tanto en Andes, Aerolíneas Argentinas, LAN Argentina, American Jet, la Aviación General o en cualquier otro sector, TODOS LOS PILOTOS VEMOS NUESTRO FUTURO AMENAZADO EN EL PAÍS».

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Ahora, si bien es entendible y hasta cierta en algún punto la amenaza que representa para Aerolíneas Argentinas tener a los grandes grupos aéreos del continente drenando pasajeros desde el interior, ¿cuál es la alternativa? ¿obligar al interior, que es cada vez más grande, demográfica y económicamente, a la inconveniencia en tiempo y dinero de tener que pasar por Buenos Aires para salir al exterior (con cambio de aeropuerto incluido)? ¿forzar operaciones ilógicas y no rentables de Aerolíneas Argentinas? (como aquel ridículo vuelo Buenos Aires – Puerto Iguazú – Río de Janeiro que el gobierno anterior tuvo que establecer por un tiempo para tratar de compensar a Misiones tras haberle prohibido a LAN volar hacia allí desde Lima -por lo que el grupo chileno «cruzó el charco» hacia Foz de Iguazú, que absorbió millones dólares de turistas que hubiesen llegado directamente al lado argentino) ¿dejar que el mercado aerocomercial argentino crezca sólo al ritmo que puede crecer su principal compañía? (porque seamos honestos, al final del día no creo que importe mucho si LATAM Argentina o Andes crecen, si se las mantuvo cercadas y con respirador artificial durante los últimos años).

En fin, todos queremos mucho trabajo aeronáutico argentino, y desde este humilde sitio voy a ser el primero en divulgar injusticias y protestar cuando éste se vea afectado (como lo hice con Sol en el pasado). Pero el trabajo aeronáutico también debe generarse fuera de Buenos Aires, y también para los despachantes, personal de rampa, de mantenenimiento, de limpieza, de seguridad, y de muchas áreas que se benefician cuando una nueva compañía empieza a volar una nueva ruta en aeropuertos de ciudades como Rosario, Salta o Mendoza.