Un respiro de 1.000 millones de dólares: la justicia aprueba el acuerdo de refinanciación entre Azul y AerCap
Tras meses de intensas negociaciones, la aerolínea asegura un pacto que no solo alivia sus finanzas, sino que redefine su estructura de costos.
Azul S.A. anunció que la Corte de Quiebras de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York aprobó el acuerdo alcanzado con AerCap, su mayor lessor de aeronaves, como parte del proceso de reestructuración financiera bajo el Capítulo 11 que la compañía transita voluntariamente.
La decisión judicial, emitida el 13 de agosto de 2025, representa un avance fundamental en el plan de reorganización de la aerolínea brasileña. Según estimaciones de la propia compañía, el acuerdo con AerCap, el arrendador más grande del mundo, proveerá un ahorro superior a los USD 1.000 millones en pagos de arrendamiento de flota. Este pacto fue el resultado de meses de complejas negociaciones, y la compañía comunicó internamente que este logro "fortalece nuestro camino a seguir, mantiene nuestra flota competitiva y asegura que estamos construyendo una Azul aún más ágil y eficiente".
Adicionalmente, el tribunal autorizó a Azul a rechazar múltiples contratos de arrendamiento de aeronaves y motores que no estaban siendo utilizados, una medida directamente alineada con su estrategia de optimización de la flota. Esta limpieza de activos no operativos permitirá a la aerolínea concentrar sus recursos en su flota principal y reducir costos fijos innecesarios.
En Detalle: Claves del Proceso de Azul
¿Qué es el Capítulo 11? Es un mecanismo legal de EE. UU. que permite a una empresa reorganizar sus deudas y operaciones bajo protección judicial, sin detener su actividad. El objetivo es emerger como una entidad financieramente más sólida.
¿Qué implica el acuerdo con AerCap? Implica una reestructuración de los términos de pago de los contratos de arrendamiento de una porción considerable de la flota de Azul, adaptándolos a la realidad económica actual de la aerolínea.
¿Afecta a los pasajeros? No. Azul confirmó que estas medidas no impactan su malla de rutas, su flota operativa general ni la capacidad de atender a sus clientes. Los vuelos continúan con total normalidad.
La compañía aérea, la más grande de Brasil por número de vuelos y ciudades servidas, enfatizó que estas acciones son parte de un plan integral diseñado para asegurar su fortalecimiento y transformación a largo plazo. La reestructuración de pasivos, en especial los contratos de arrendamiento denominados en dólares, es crucial para una aerolínea que opera en un mercado con una moneda local volátil.
En un comunicado a los mercados, Azul reafirmó su compromiso de mantener informados a accionistas, clientes y colaboradores sobre los próximos pasos en su proceso de reestructuración, cumpliendo con todas las regulaciones aplicables. La aprobación de este acuerdo con su principal socio comercial es vista por los analistas como una fuerte señal de confianza en el plan de viabilidad de Azul y en su capacidad para emerger del Capítulo 11 como una empresa fortalecida y competitiva.
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