Spirit Airlines advierte sobre su viabilidad financiera a meses de salir de la quiebra
Tras superar el Capítulo 11 en marzo, la compañía lucha contra una débil demanda y la amenaza de perder su procesador de pagos con tarjeta de crédito.
Apenas cinco meses después de emerger del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, Spirit Airlines enfrenta nuevamente una grave turbulencia financiera. La compañía aérea de ultra bajo costo (ULCC) advirtió en su último informe trimestral que existen "dudas sustanciales sobre su capacidad para continuar como una empresa en funcionamiento" durante los próximos 12 meses, encendiendo las alarmas en toda la industria.
La gerencia de la aerolínea atribuye esta precaria situación a un cóctel de factores adversos. Según el informe presentado el lunes, "condiciones de mercado adversas, como una elevada capacidad doméstica y una débil demanda de viajes de ocio en el segundo trimestre, han resultado en un entorno de precios difícil". La empresa no espera una mejora y proyecta que estas presiones persistirán durante el resto del año.
Sin embargo, los problemas de Spirit son más profundos y estructurales. La situación actual es una consecuencia directa del bloqueo judicial a su fusión con JetBlue a principios de 2024. Dicho acuerdo era visto por el mercado como la única salida viable para la aerolínea, que ya acumulaba pérdidas. Sin el respaldo de JetBlue, Spirit quedó expuesta y sin un plan alternativo robusto, lo que la condujo a declararse en bancarrota en noviembre pasado.
¿Qué significa esto para Spirit Airlines?
¿Por qué Spirit está en problemas otra vez? La combinación de la fallida fusión con JetBlue, una dura competencia de precios, la baja demanda y problemas operativos con su flota han agotado sus reservas de efectivo.
¿Qué es una "duda de empresa en funcionamiento"? Es una declaración contable formal que indica que una empresa podría no tener los recursos suficientes para seguir operando durante el próximo año. Es una señal de alerta máxima para inversores y acreedores.
¿Están los vuelos en riesgo? Si bien la aerolínea sigue operando, esta advertencia aumenta la incertidumbre. La compañía busca activamente liquidez para garantizar sus operaciones.
A la crisis de mercado se suma un severo desafío técnico y operativo: los recurrentes problemas con los motores Pratt & Whitney GTF que equipan a su flota de Airbus A320neo. Un defecto de fabricación mantiene en tierra a una parte importante de sus aviones para inspecciones y reparaciones prolongadas. Para una ULCC, cuyo modelo de negocio depende de la máxima utilización de sus aeronaves, tener activos no productivos representa un golpe devastador para sus ingresos y costos.
La falta de liquidez ya tiene consecuencias tangibles. El mes pasado, Spirit anunció la suspensión de empleo de aproximadamente 270 pilotos y la degradación de otros 140 como medida para conservar efectivo.
El golpe de gracia podría venir de un frente inesperado. La aerolínea reveló que su procesador de tarjetas de crédito le exigió reservar más fondos como garantía o arriesgarse a perder su contrato, que expira el 31 de diciembre. Perder la capacidad de procesar pagos con tarjeta sería catastrófico para una aerolínea que depende casi por completo de las ventas en línea.
Para hacer frente a estas amenazas, la dirección de Spirit informó que planea "reforzar la liquidez mediante la venta o monetización de aeronaves y bienes inmuebles y la eliminación del exceso de capacidad de puertas de embarque en aeropuertos". No obstante, la propia empresa reconoce que la incertidumbre sobre el cumplimiento de los pactos de liquidez y el resultado de las negociaciones con sus socios comerciales siembran una duda existencial sobre su futuro.
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