Reino Unido lanza VANQUISH: dron naval para acompañar sus F-35B
El proyecto busca drones attritable capaces de operar desde portaaviones sin catapultas.
La Marina Real británica lanzó un Request for Information (RFI) dirigido a la industria para el desarrollo de un sistema aéreo no tripulado de ala fija, despegue y aterrizaje cortos (FW STOL ACP) destinado a operar desde los portaaviones de la clase Queen Elizabeth y a complementar a los F-35B Lightning II en las misiones del Carrier Strike Group. El proyecto, denominado VANQUISH, marca un paso decisivo en la transformación de la aviación naval británica hacia un modelo híbrido de medios tripulados y no tripulados en el horizonte de 2040.
El requerimiento, publicado por el Ministerio de Defensa (MOD) del Reino Unido, contempla la realización de una demostración técnica en el mar a partir de abril de 2026, con un plazo de ejecución de hasta 18 meses y un presupuesto estimado en 12 millones de libras. El objetivo es validar un demostrador de plataforma autónoma colaborativa (Autonomous Collaborative Platform, ACP) de categoría “attritable” (Tier 2), con propulsión a turborreactor, velocidad subsónica alta y capacidad de operar desde un portaaviones sin catapultas ni cables de detención. El sistema deberá contar con capacidad de carga útil y autonomía operativa significativas, y una hoja de desarrollo progresivo que le permita asumir en el futuro una amplia gama de misiones, incluyendo ISR, ataque, reabastecimiento aéreo y apoyo a las operaciones de Carrier Strike.

De acuerdo con el RFI, el demostrador deberá estar alineado con los principios de la Maritime Aviation Transformation Strategy (MATX), la hoja de ruta con la que la Royal Navy prevé convertir a su Fleet Air Arm en una fuerza “tripulada donde sea necesario y no tripulada donde sea posible”. Ese documento estratégico plantea una transición progresiva desde el actual modelo centrado en plataformas tripuladas hacia un “sistema de sistemas” digitalmente interconectado, en el que nodos autónomos multipliquen la masa y la persistencia operativa del poder aéreo embarcado. La integración temprana de capacidades no tripuladas es considerada tan disruptiva como lo fue en su día la introducción del helicóptero o el motor a reacción.
El Reino Unido apuesta por una fuerza híbrida y colaborativa
El proyecto VANQUISH se inscribe en un esfuerzo más amplio del MOD para dotar a sus fuerzas de combate aéreo de plataformas colaborativas asequibles, escalables y rápidamente desplegables. A su vez, la Royal Air Force ya avanza en la segunda fase del programa ACP, tras la incorporación del StormShroud Mk1, diseñado para proteger a los F-35B y Typhoon mediante guerra electrónica. Por su parte, el Ejército Británico busca integrar UAS con gran autonomía de decisión pero potencialmente "desechables" a sus helicopteros de ataque AH-64 Apache. En el dominio naval, la Royal Navy ha llevado a cabo una serie de demostraciones clave en los últimos años, incluyendo el despegue y aterrizaje del UAS Mojave desde el portaaviones HMS Prince of Wales en 2023, la operación de un dron de transporte de W Autonomous Systems desde la misma plataforma, y la integración de blancos aéreos Banshee Jet 80+ para entrenamiento y evaluación de sensores y sistemas de armas.
Estas iniciativas reflejan la dirección que persigue la aviación marítima británica: incrementar la masa de combate, ampliar el alcance operativo y reducir el riesgo para las tripulaciones humanas mediante el empleo de sistemas autónomos. El uso de plataformas “attritable” —diseñadas para operar con un nivel de pérdidas asumible en combate— permitirá multiplicar la presencia aérea sobre el teatro de operaciones y liberar a los cazas tripulados para misiones de mayor complejidad, en línea con las lecciones derivadas de los conflictos recientes.
La información obtenida a través de VANQUISH servirá de base para los futuros requerimientos de una capacidad operativa de ACP de ala fija embarcada desde principios de la década de 2030, integrada con el F-35B y el futuro sistema tripulado FCMAS. Con ello, la Royal Navy busca situar a su Carrier Strike Group en el núcleo de la capacidad de combate multidominio de la OTAN, consolidando el tránsito hacia una ala aérea embarcada híbrida, digitalizada y autónoma, capaz de operar con eficacia en escenarios cada vez más complejos y disputados.
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