La FAA reconoce la obsolescencia del sistema de control de tráfico aéreo en Newark y toma medidas urgentes
La Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos reconoció que las operaciones en el Aeropuerto Internacional Newark Liberty (EWR) experimentan afectaciones derivadas de la obsolescencia de su sistema de control de tráfico aéreo (ATC). La agencia federal señaló que esta situación repercute directamente sobre su personal.
En un comunicado reciente, la FAA expuso la problemática, indicando que "nuestro anticuado sistema de control de tráfico aéreo afecta a nuestra fuerza laboral". Esta declaración subraya los desafíos que enfrenta la infraestructura ATC, particularmente en áreas de alta densidad como la región de Nueva York. El administrador de la FAA, Michael Whitaker, previamente enfatizó la necesidad de dotar a los controladores con la mejor tecnología de seguridad disponible a la brevedad.
Para abordar la situación en el área de Nueva York, la FAA trabaja activamente en mejorar la fiabilidad del equipamiento de telecomunicaciones actual. Este esfuerzo incluye el establecimiento de una configuración con mayor resiliencia y redundancia en colaboración con los operadores locales de telecomunicaciones. Adicionalmente, la agencia adelanta actualizaciones en su sistema de automatización con el objetivo de robustecer su capacidad de recuperación ante fallos.
El espacio aéreo de Nueva York, gestionado en gran parte por la instalación TRACON N90, es uno de los más complejos y congestionados del mundo, sirviendo a los aeropuertos JFK, LaGuardia y Newark, entre otros. La modernización de los sistemas ATC y los problemas de dotación de personal en estas instalaciones críticas son temas recurrentes en la industria aeronáutica estadounidense. Los esfuerzos actuales buscan mitigar las interrupciones y mejorar la fluidez del tráfico en uno de los nodos aéreos más importantes del país.
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