Justicia de EE.UU. interviene y obliga a Raízen a mantener el suministro de combustible a Azul
Un tribunal norteamericano emitió una orden que asegura la continuidad de las operaciones de la aerolínea brasileña, impidiendo que su principal proveedor suspenda el abastecimiento en medio del proceso de reestructuración.
En una decisión de alto impacto para la aviación brasileña, la Justicia de Estados Unidos falló a favor de Azul Linhas Aéreas y ordenó a la distribuidora Raízen mantener el suministro de combustible a la compañía. La medida, emitida en la noche del lunes 23 de junio, llega como respuesta a una petición urgente de la aerolínea para proteger sus operaciones aéreas mientras atraviesa un proceso de recuperación judicial bajo el Chapter 11 en Nueva York.
El conflicto escaló cuando, el pasado 18 de junio, Raízen notificó a Azul sobre la posible suspensión del abastecimiento. Esta advertencia se basaba en una comunicación de Vórtx, el agente fiduciario de la 12ª emisión de debentures de la aerolínea, que apuntaba a un presunto incumplimiento de obligaciones financieras. La distribuidora, una poderosa joint venture entre Shell y el grupo Cosan, activó una cláusula contractual de "Stop Supply", otorgando un plazo de tres días para la regularización antes de cortar el flujo de combustible.
Azul reaccionó con celeridad, presentando una moción ante el tribunal que supervisa su reestructuración. La aerolínea calificó la acción impulsada por Vórtx como "ilegal" y advirtió que ponía en grave riesgo su capacidad para operar y, consecuentemente, para cumplir con el plan de reorganización financiera aprobado.
La dependencia de Azul respecto a Raízen es crítica. La distribuidora provee aproximadamente el 68% de todo el combustible que la aerolínea consume en el mercado doméstico. Más importante aún, la infraestructura de Raízen es la única opción de abastecimiento en docenas de aeropuertos de la vasta red de Azul, lo que hacía que una interrupción, por más breve que fuera, tuviera el potencial de generar cancelaciones en cascada, dejar aeronaves inmovilizadas en tierra y causar un profundo daño a su reputación.
¿Por qué un tribunal de EE.UU. decide sobre un contrato de combustible en Brasil?
Porque Azul Linhas Aéreas se acogió voluntariamente al Capítulo 11 de la ley de quiebras de EE.UU. a finales de mayo de 2025. Esta ley otorga a la corte estadounidense jurisdicción sobre los contratos y activos de la empresa a nivel global, implementando una "suspensión automática" que protege a la compañía de acciones de acreedores y proveedores sin autorización judicial, garantizando así la estabilidad necesaria para la reestructuración.
La corte norteamericana atendió el pedido de Azul, determinando que Raízen no puede suspender el suministro sin una autorización previa del tribunal. Esta decisión se ampara en la protección de "suspensión automática" (automatic stay) que confiere el Chapter 11, un pilar de estos procesos que busca dar a la empresa un respiro para reorganizarse sin la presión de acciones legales o contractuales unilaterales.
En una nota oficial, Azul explicó que la petición judicial fue "una medida procesal estándar para salvaguardar el suministro continuo de combustible por parte de Raízen, uno de sus principales socios". La compañía aérea comunicó que la acción "buscó proteger el contrato de Azul con Raízen contra interferencias de terceros" y que la aprobación del juez "refleja el compromiso de Azul en garantizar un servicio ininterrumpido a los Clientes y mantener la continuidad operacional".
La aerolínea, que formalizó su entrada al Chapter 11 el 28 de mayo de 2025 para reestructurar una deuda superior a los 9 mil millones de dólares, reafirmó su dedicación a conectar Brasil y destacó el apoyo de sus socios estratégicos.
Hasta el momento de la publicación, Raízen optó por no emitir comentarios sobre la decisión judicial, mientras que Vórtx informó que se manifestará únicamente a través de comunicados oficiales al mercado.
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