Japón ensaya ataques contra portaaviones chinos cerca de Senkaku
Con F-2 y misiles antibuque, Japón ensayó disuasión frente al avance naval chino
En un contexto de creciente presión militar china sobre el entorno marítimo de Japón y Taiwán, las Fuerzas de Autodefensa japonesas (JSDF) llevaron a cabo en junio un ejercicio de ataque contra portaaviones en aguas al norte de las islas Senkaku, coincidiendo con una inusual doble incursión de los portaaviones chinos Liaoning y Shandong en el Pacífico.
Según fuentes del gobierno japonés citadas por el diario Yomiuri Shimbun, los ejercicios —liderados por cazas F-2 de la Fuerza de Autodefensa Aérea (ASDF)— incluyeron prácticas con misiles aire-superficie en un área que no suele ser utilizada para este tipo de entrenamientos. La elección del momento, la ubicación y los medios involucrados sugieren que el objetivo principal fue enviar un mensaje directo a Pekín: Japón está preparado para responder a un eventual intento chino de establecer superioridad aeronaval en la región.
Señales visibles en medio de una disuasión deliberada
El ejercicio se desarrolló apenas días después de que el Liaoning cruzara la zona económica exclusiva (ZEE) de Japón cerca de las Senkaku en dirección al Pacífico. A inicios de junio, el Shandong hizo lo propio en aguas al sur de Taiwán, también dentro de la ZEE japonesa, mientras se dirigía hacia Okinotorishima.

Durante cerca de un mes, ambos carriers realizaron operaciones aéreas intensivas: se registraron aproximadamente 1.120 despegues y aterrizajes de aviones y helicópteros embarcados, lo que indica un alto nivel de actividad y entrenamiento conjunto.
En este marco, Japón desplegó sus cazas Mitsubishi F-2 —conocidos por su capacidad antibuque — para ejecutar perfiles de ataque aire-superficie. La ausencia de aeronaves furtivas como los F-35A refuerza la interpretación de que se buscaba deliberadamente la visibilidad del ejercicio ante los sistemas de observación chinos.

“Por cuándo, dónde y cómo se hizo, está claro que se trató de un mensaje para China”, afirmó una fuente gubernamental japonesa citada por el medio.
China ensaya la negación del acceso estadounidense
De acuerdo con evaluaciones del gobierno japonés, las operaciones conjuntas de los dos portaaviones chinos habrían simulado escenarios de combate en los que uno de ellos representaba a una fuerza estadounidense. El objetivo de este tipo de entrenamiento sería mejorar la capacidad china de interceptar o negar el acceso a un grupo de portaaviones estadounidenses en caso de una crisis en el estrecho de Taiwán o un eventual intento de ocupación de las islas Senkaku.
Estas maniobras se inscriben en la doctrina anti-access/area denial (A2/AD) que busca obstaculizar la llegada de fuerzas estadounidenses desde Guam o Hawái ante una eventual intervención en defensa de Taiwán.
La actividad de los portaaviones no fue un hecho aislado. El 7 y 8 de junio, un caza chino despegado del Shandong se aproximó peligrosamente a un avión de patrulla P-3C de la Fuerza Marítima de Autodefensa de Japón (MSDF), en uno de los incidentes más notorios de los últimos meses.

Japón ha venido fortaleciendo su postura de defensa incrementando su inversión en capacidades de ataque de largo alcance, interoperabilidad con Estados Unidos y entrenamiento realista orientado a escenarios de alta intensidad.
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