Indonesia negocia por 24 cazas Dassault Rafale adicionales
La visita de Prabowo a París podría sellar una nueva compra de Rafale y otros equipos franceses
La visita del presidente indonesio Prabowo Subianto a París como invitado de honor en el desfile del 14 de julio podría traer consigo un anuncio inesperado: Yakarta negocia la compra de 24 cazas Rafale adicionales, el doble de lo que se venía barajando. Así lo reportó La Tribune en su edición del 4 de julio, citando fuentes concordantes del Gobierno francés y de la industria.
De concretarse, este nuevo lote se sumaría a los 42 ejemplares ya contratados entre 2022 y 2024 en tres tramos (6 + 18 + 18), llevando la futura flota indonesia a 66 Rafale. El acuerdo podría firmarse durante la estancia de Prabowo en Francia, en paralelo a otras negociaciones en curso —incluidos dos submarinos Scorpène, hasta 36 obuses autopropulsados Caesar y un posible paquete de fragatas—, lo que subraya la profundidad del vínculo estratégico-industrial entre París y Yakarta.
No obstante, el programa Rafale aún está lejos de alcanzar un punto de no retorno. Si bien en enero de 2024 Indonesia activó formalmente el tercer tramo de 18 aparatos, completando así la compra original de 42 unidades firmada en febrero de 2022, solo los seis primeros cazas figuran por ahora en la cartera de pedidos en firme de Dassault.
Indonesia amplía su menú de opciones
Mientras consolida su asociación con Francia, Indonesia continúa explorando otras líneas de acción en materia de aviación de combate.
A comienzos de junio, Yakarta y Ankara anunciaron un acuerdo histórico para la adquisición de 48 cazas KAAN, el nuevo modelo de quinta generación desarrollado por Turkish Aerospace Industries. El contrato, valuado en más de 10.000 millones de dólares, contempla entregas a lo largo de una década e incluye componentes de coproducción y transferencia tecnológica. Se trata no solo del mayor contrato de exportación de defensa en la historia de Turquía, sino también del primer compromiso internacional firme para el programa KAAN.
En paralelo, Indonesia busca reflotar su participación en el KF-21 "Boramae", el caza surcoreano de generación 4.5 que proyecta incorporar capacidades propias de quinta generación en su bloque 2. Tras años de fricciones financieras y una crisis de confianza generada por un incidente de sustracción de datos clasificados en 2022, Seúl y Yakarta firmaron en junio un acuerdo revisado que reduce significativamente la contribución financiera indonesia, ahora fijada en 408,9 millones de dólares. El objetivo sigue siendo el mismo: producir una versión local del KF-21 bajo la denominación IF-X, con una flota estimada también en 48 unidades.
A este ya complejo panorama se suman otros programas menos visibles pero igualmente relevantes: la modernización de los F-16C/D actualmente en servicio y la incorporación de entrenadores avanzados KAI T-50i. También siguen en evaluación otras alternativas occidentales de mayor peso, como el F-15EX de Boeing, para el cual Yakarta mantiene negociaciones abiertas.
En cambio, la compra de una docena de Mirage 2000-5 de segunda mano provenientes de Catar, que había sido promovida por el Ministerio de Defensa como solución interina mientras se esperan los Rafale, fue oficialmente cancelada en febrero de 2024 por razones presupuestarias.
¿Diversificación extrema de proveedores o estrategia de negociación?
Aunque la ampliación del contrato Rafale parece técnicamente viable y lógica, su coincidencia con los programas KAAN y KF-21 obliga a leer la situación con cautela. Se trata de plataformas disímiles en motores, aviónica y soporte logístico, con implicancias complejas para el sostenimiento operativo.
Más que una decisión definitiva, el comportamiento de Yakarta parece responder a una estrategia de presión negociadora, donde cada compromiso parcial sirve para obtener mejores condiciones de sus diversos socios, quienes compiten por el mismo presupuesto de defensa, que ronda los 15.000 millones de dólares anuales.
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