India suspende la adquisición de aeronaves P-8I a Boeing tras la imposición de aranceles por parte de EE.UU.
El Ministerio de Defensa indio detiene un acuerdo valorado en miles de millones de dólares para expandir su flota de aviones de vigilancia y guerra antisubmarina.
El Ministerio de Defensa de la India decidió suspender las negociaciones para la compra de seis aeronaves adicionales de patrulla marítima Boeing P-8I Poseidon, una plataforma clave para sus operaciones de vigilancia y guerra antisubmarina. La determinación surge como respuesta directa al anuncio de la administración del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre la imposición de nuevas tarifas comerciales contra el país asiático.
Fuentes del gobierno estadounidense justificaron las medidas económicas por la continua pertenencia de la India al bloque BRICS y por la adquisición de diésel a Rusia, lo que Washington considera una contribución al financiamiento del conflicto en Ucrania.
El acuerdo suspendido, que ya contaba con una autorización de venta por parte del Pentágono emitida en 2021, contemplaba la incorporación de seis P-8I. Aunque inicialmente el contrato se valoró en aproximadamente 2.400 millones de dólares, problemas persistentes en la cadena de suministro global de Boeing elevaron el costo de lista a cerca de 3.600 millones de dólares. Según informa el portal especializado IDRW, citando fuentes locales, si bien la negociación se estructura como un acuerdo gobierno a gobierno (Gov-to-Gov) y teóricamente no se vería afectada por los aranceles, las nuevas medidas de presión económica fueron el factor decisivo para que Nueva Delhi pausara el proceso.
La Armada de la India ya opera una flota de doce P-8I, que se han convertido en la columna vertebral de su capacidad de patrulla marítima de largo alcance en el estratégico Océano Índico. Estas aeronaves, una variante personalizada del P-8A Poseidon de la Marina de los EE.UU., utilizan un fuselaje del Boeing 737-800 combinado con las alas reforzadas del 737-900ER.
Su equipamiento de misión le permite lanzar sonoboyas para la detección de submarinos, así como desplegar torpedos y misiles antibuque, consolidándose como una de las plataformas aéreas más avanzadas del mundo para estas tareas. Actualmente, el P-8 Poseidon es prácticamente la única aeronave de su clase en producción en el bloque occidental.
La decisión deja a la India con limitadas alternativas estratégicas. Rusia, su proveedor histórico de material militar, ya no produce aviones con capacidades equivalentes. Por otro lado, China desarrolla el Shaanxi KQ-200, un avión turbohélice derivado del antiguo Antonov An-12, que no cumple con los requerimientos operativos de la armada india. Además, la profunda desconfianza y las disputas geopolíticas entre Nueva Delhi y Pekín imposibilitan cualquier tipo de cooperación en el ámbito de la defensa.
Esta suspensión representa una fisura en la creciente asociación estratégica entre India y Estados Unidos, cultivada durante años como un contrapeso a la influencia china en la región del Indo-Pacífico.
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