India evalúa comprar dos escuadrones de cazas Rafale vía acuerdo G2G
Rafale y Su-57E, las opciones inmediatas que baraja la Fuerza Aérea India para reforzar la merma en sus escuadrones.
La Fuerza Aérea India (IAF) ha reactivado con urgencia sus planes para incorporar nuevos aviones de combate, impulsada por las lecciones operativas de la reciente Operación Sindoor y por el rápido deterioro de su fuerza de escuadrones. Según informó The Times of India, el servicio ha propuesto al Gobierno adquirir más cazas Rafale mediante un acuerdo gobierno a gobierno con Francia, evitando así el prolongado y complejo proceso del programa MRFA (Multi-Role Fighter Aircraft) para 114 aeronaves, que lleva años sin concretarse.
El expediente para la Aceptación de Necesidad (Acceptance of Necessity, AoN), primer paso del procedimiento de adquisición, será elevado en las próximas semanas al Consejo de Adquisiciones de Defensa, presidido por el ministro Rajnath Singh. La IAF sostiene que esta compra directa permitiría reforzar con rapidez sus capacidades, aprovechando la infraestructura ya existente en las bases de Ambala y Hasimara —que podrían absorber un escuadrón adicional cada una— y generar sinergias logísticas con los 26 Rafale M navales adquiridos en abril para la Armada India.
La urgencia no es menor. La IAF cuenta hoy con 31 escuadrones de combate, frente a los 42,5 autorizados para enfrentar la amenaza combinada de China y Pakistán, y la cifra caerá a 29 el próximo mes con la baja definitiva de los MiG-21 “Bison”. El enfrentamiento aéreo de mayo en Cachemira dejó al descubierto vulnerabilidades críticas frente a cazas J-10CE paquistaníes armados con misiles PL-15E de largo alcance, que lograron infligir pérdidas —incluyendo el primer Rafale indio abatido en combate— sin exponerse al fuego enemigo.
La carta rusa: producción local y transferencia total de tecnología
Según el portal Indian Defence Research Wing (IDRW), la visita del presidente ruso Vladímir Putin a Nueva Delhi en septiembre podría destrabar acuerdos de alto impacto, incluyendo la posible adquisición y coproducción del caza furtivo Su-57E en las instalaciones de Hindustan Aeronautics Limited (HAL) en Nashik. El paquete propuesto contemplaría entre 50 y 60 aeronaves para formar tres escuadrones, junto con misiles aire-aire R-37M de 400 km de alcance, misiles hipersónicos 3M22 Zircon y sistemas de defensa aérea S-500.
La propuesta rusa ofrece un acceso sin precedentes al código fuente y a la integración de armamento y componentes indios —como el misil Astra o el radar AESA Virupaksha—, reforzando la autonomía tecnológica de la IAF. Además, la posible adopción del motor AL-41F1 en la modernización MLU del Su-30MKI (Super Su-30MKI) permitiría unificar la planta motriz con la del Su-57E, generando beneficios logísticos y de sostenimiento.
Mientras tanto, el MRFA sigue, en teoría, sobre la mesa con una lista de competidores que incluía al F-21 de Lockheed Martin, el F-15EX de Boeing, el Gripen E de Saab y el Eurofighter Typhoon, además de opciones rusas y francesas. Sin embargo, las posibilidades de que prosperen ofertas norteamericanas se han reducido drásticamente tras el choque comercial entre Washington y Nueva Delhi, que derivó en la imposición de aranceles del 50% a las exportaciones indias y la suspensión por parte del Ministerio de Defensa de la compra de seis aviones P-8I Poseidon a Boeing.
Aunque el presidente Donald Trump intentó impulsar la venta del F-35 a la India como parte de un acuerdo estratégico más amplio, las negociaciones se han visto paralizadas por las disputas sobre tarifas, la negativa india a restringir sus importaciones de petróleo ruso y el colapso de las conversaciones comerciales bilaterales. En este escenario, las propuestas de Dassault con el Rafale y de United Aircraft Corporation con el Su-57E —ambas con margen para ensamblaje local y transferencia de tecnología— emergen como las alternativas más viables a corto y medio plazo.
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