Huelga en Pratt & Whitney: Sindicato rechaza oferta contractual y da inicio a un paro por tiempo indeterminado
Las operaciones en las instalaciones de Pratt & Whitney en East Hartford y Middletown, Connecticut, enfrentan alteraciones tras el inicio de una huelga por parte de sus trabajadores maquinistas afiliados a la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales (IAM). Aproximadamente 3.000 miembros del sindicato comenzaron los piquetes en las primeras horas de este lunes, después de que una mayoría votara el domingo en contra de la oferta contractual presentada por el fabricante de motores.
Pratt & Whitney, una subsidiaria de RTX Corporation y uno de los principales diseñadores y fabricantes de motores de aviación del mundo, tanto para aeronaves comerciales como militares, ve interrumpida su actividad en dos de sus centros productivos más relevantes en Estados Unidos.
La decisión de ir a la huelga, aprobada por cerca del 77% de los miembros votantes del sindicato IAM en una asamblea realizada en Wallingford, marca la primera interrupción laboral de esta naturaleza en Pratt & Whitney Connecticut desde el año 2001.
Wayne McCarthy, presidente del Local 700 de IAM, que representa a los trabajadores de Middletown, comunicó poco después de la medianoche, mientras comenzaban los piquetes, que "la seguridad laboral, la seguridad salarial y la seguridad de la jubilación son los tres grandes temas para nosotros". Añadió que, lamentablemente, "la empresa falló en esas tres áreas en su última, mejor y definitiva oferta".
Los trabajadores iniciaron los piquetes cerca de la medianoche, estableciendo líneas frente a las plantas de manufactura. Se espera que los piquetes se mantengan de forma continua, con turnos organizados para cubrir las 24 horas del día, mientras dure la medida de fuerza. Los miembros de IAM deben cumplir ocho horas semanales de piquete, divididas en dos turnos de cuatro horas.
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De acuerdo con lo reportado por The Hour, entre los participantes en los primeros turnos se encontraban trabajadores con décadas de experiencia y también nuevas incorporaciones. Shawn Moua, un inspector de motores con empleo en la compañía desde 1989, expresó su creencia de que merecen "un pago decente" y que la oferta de la empresa "no es suficiente". Su hijo, Mason Moua, técnico de ensamblaje desde enero, manifestó preocupación por la seguridad laboral, aunque también veía la experiencia como "bastante emocionante para ver cómo es ser parte de un sindicato".
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