Golpe judicial a Boeing: Un tribunal revive una condena de $72 millones por espionaje industrial a una startup
Una corte de apelaciones determinó que existía evidencia sustancial para sostener el veredicto original del jurado sobre el uso indebido de tecnología híbrida-eléctrica.
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Un panel de tres jueces del Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito revocó una decisión anterior de un tribunal inferior que había anulado la conclusión de un jurado. La decisión, emitida el pasado jueves, representa un vuelco en la larga batalla legal entre el gigante aeroespacial y la que fue una prometedora empresa pionera en propulsión híbrida-eléctrica.
El caso regresa ahora a un tribunal de distrito para su finalización, aunque fue asignado a un nuevo juez. El tribunal de apelaciones determinó que el juez original del caso, James Robart, no reveló de manera oportuna que su esposa adquirió acciones de Boeing durante el transcurso del litigio. Esta "revelación tardía", según el fallo, "podría dar a un observador objetivo razones para cuestionar la imparcialidad del juez de distrito en procedimientos futuros".
Lo que necesitas saber
¿Qué es Zunum Aero? Fue una startup fundada en 2013 que desarrollaba el ZA10, un avión regional híbrido-eléctrico para 12 pasajeros. Contó con inversión de Boeing HorizonX y JetBlue Technology Ventures.
¿De qué acusó Zunum a Boeing? De utilizar su posición como inversor para acceder y apropiarse de secretos comerciales y diseños patentados, mientras disuadía a otros de invertir, llevando a la startup a la quiebra en 2019.
¿Cuál fue la decisión final? El Tribunal de Apelaciones restableció el veredicto original del jurado de junio de 2024, que ordenaba a Boeing pagar $72 millones a Zunum por daños.
¿Por qué se cambió de juez? El juez original no informó a tiempo sobre la compra de acciones de Boeing por parte de su esposa, lo que generó dudas sobre su imparcialidad en el caso.
La disputa legal comenzó en 2020, cuando Zunum Aero demandó a su antiguo socio inversor. La startup argumentó que Boeing ejecutó una "campaña dirigida y coordinada" para obtener su propiedad intelectual y luego utilizarla en sus propios proyectos de aviación sostenible. Durante el juicio inicial, el equipo legal de Zunum presentó comunicaciones internas de Boeing que, según el tribunal de apelaciones, sugerían que el fabricante "tenía la intención de modificar sus propios diseños, métodos y estrategias" con información de Zunum.
Por su parte, Boeing negó las acusaciones en los registros judiciales, atribuyendo el colapso de Zunum a una mala gestión interna y a la "falta de un plan de negocio realista". El fabricante sostuvo que su propia evaluación concluyó que la tecnología de Zunum no era económicamente viable para la aviación comercial a corto plazo.
Tras el veredicto inicial del jurado en 2024 favorable a Zunum, el juez Robart lo revirtió dos meses después, al considerar que la startup no aportó pruebas suficientes. Sin embargo, el tribunal de apelaciones no estuvo de acuerdo, al afirmar que "el jurado pudo determinar razonablemente que el uso indebido por parte de Boeing de la información confidencial de Zunum destruyó su ventaja competitiva".
Vincent Levy, abogado de Zunum, afirmó que la decisión "restaura por completo el veredicto del jurado, reivindicando los reñidos esfuerzos de Zunum por proteger su tecnología innovadora". Boeing, por su parte, declinó hacer comentarios sobre el litigio en curso.
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