Freno al Boeing E-7 Wedgetail: El Pentágono pone en duda el futuro del sucesor del E-3 Sentry
El Pentágono pone en duda la compra del Boeing E-7A Wedgetail, sucesor del AWACS, y se inclina por sistemas de vigilancia y reconocimiento desplegados en el espacio a partir de su mayor supervivencia en combate.
El futuro del programa E-7A Wedgetail de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF), la plataforma destinada a reemplazar a su veterana flota de aviones de alerta temprana y control E-3 Sentry (AWACS), enfrenta una profunda incertidumbre. Declaraciones recientes del Secretario de Defensa, Pete Hegseth, sugieren un cambio de rumbo estratégico en el Pentágono, que ahora evalúa sacrificar la adquisición de estos aviones en favor de un mayor desarrollo de sistemas de vigilancia y reconocimiento (ISR) con base en el espacio.
La controversia surgió durante una audiencia del subcomité de asignaciones de defensa de la Cámara de Representantes el 10 de junio de 2025. Allí, Hegseth cuestionó la viabilidad de la plataforma en un conflicto moderno. "Si tenemos sistemas y plataformas que no son capaces de sobrevivir en el campo de batalla moderno o no nos dan una ventaja en una lucha futura, tenemos que tomar las decisiones difíciles ahora mismo… y el E-7 es un ejemplo de eso", afirmó el Secretario de Defensa.
Este planteo representa un posible cambio radical en la planificación de la USAF, que contemplaba la compra de 26 aeronaves Boeing E-7A para sustituir a los E-3, basados en la estructura del Boeing 707 y en servicio desde la década de 1970. El programa E-7A, que utiliza una célula de Boeing 737-700 equipada con el avanzado radar MESA (Multi-role Electronically Scanned Array) de Northrop Grumman, ya está en servicio con aliados clave como la Real Fuerza Aérea Australiana (RAAF) y está siendo incorporado por el Reino Unido.
La nueva visión del Pentágono, según explicó Hegseth, consiste en realizar "inversiones aún mayores en ISR con base en el espacio", argumentando que esto proporciona "el tipo de ventajas que necesitamos en un futuro campo de batalla". Sin embargo, esta perspectiva no es unánime y genera preocupación tanto en el legislativo como en la industria.
¿Por qué el Pentágono considera cancelar el E-7A Wedgetail? El Secretario de Defensa, Pete Hegseth, expresó dudas sobre la supervivencia del E-7A en un conflicto moderno contra adversarios con capacidades avanzadas. El Pentágono está revaluando sus prioridades de inversión, mostrando una fuerte inclinación hacia el desarrollo de capacidades de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR) basadas en el espacio, considerándolas más ventajosas para futuros escenarios bélicos.
De acuerdo con lo reportado por Defense One, el representante republicano por Oklahoma Tom Cole, cuyo distrito alberga la Base de la Fuerza Aérea Tinker, principal centro de mantenimiento de la flota AWACS, manifestó su escepticismo ante la propuesta. Durante la audiencia, Cole defendió la plataforma probada del Wedgetail. "El espacio es genial. Es desconocido. No está desarrollado", replicó, instando al Secretario a analizar la decisión cuidadosamente y añadiendo que "aquí tenemos una plataforma que funciona".
El argumento central a favor del E-7A reside en su capacidad de comando y control (C2), un elemento que los críticos de la solución espacial consideran irremplazable. A diferencia de los satélites, el Wedgetail cuenta con una tripulación de 10 operadores de misión a bordo que pueden analizar datos de radar en tiempo real, gestionar el espacio de batalla y comunicar directivas directamente a las unidades de combate, una capacidad de juicio humano y gestión táctica que la tecnología satelital actual no puede replicar. Voces dentro de la USAF, aunque reconocen los riesgos para aeronaves de gran tamaño, sostienen que las capacidades espaciales aún no están lo suficientemente maduras para asumir la totalidad de la misión.
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Una eventual cancelación del programa por parte de Estados Unidos tendría un impacto considerable. Para Boeing, representaría un duro golpe financiero y programático, tras haber firmado un contrato inicial para desarrollar los dos primeros prototipos. Además, podría generar tensiones con aliados como Australia y el Reino Unido, que han invertido en la plataforma basándose en la interoperabilidad con las fuerzas estadounidenses. De hecho, el Reino Unido ha manifestado recientemente su intención de ampliar su futura flota de E-7, lo que subraya la divergencia de criterios.
La USAF ya ha comenzado el proceso de retiro de sus E-3 Sentry, cuya aviónica y motores TF33 se han vuelto progresivamente obsoletos y costosos de mantener. El plan original preveía la entrega de los primeros prototipos del E-7A para el año fiscal 2028 y alcanzar una flota de 26 aeronaves para 2032.
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