El Pentágono lanzará un "Top Gun" para operadores de drones
El Departamento de Defensa de EE.UU. anunció un nuevo ejercicio de combate aéreo para operadores de drones FPV, que se realizará en el marco del experimento T-REX en agosto.
El Pentágono anunció una nueva fase en su estrategia de guerra no tripulada con la creación de una escuela de entrenamiento de combate aéreo para operadores de drones de vista en primera persona (FPV), inspirada en el conocido programa "Top Gun" de la US Navy. La iniciativa se llevará a cabo por primera vez el próximo agosto durante el ejercicio Technology Readiness Experimentation (T-REX) 25-2.
El anuncio fue parte de una exhibición de "dominio de drones" en el Pentágono, donde el Secretario de Defensa, Pete Hegseth, destacó la urgencia de esta evolución. Hegseth declaró ante la prensa que "los drones son la mayor innovación en el campo de batalla en una generación, responsables de la mayoría de las bajas de este año en Ucrania". El secretario advirtió que los adversarios de Estados Unidos tienen una capacidad de producción masiva, y por ello "aceleraremos el cronograma de innovación rápida. Tenemos que hacerlo, en nombre de nuestros combatientes".
Alex Lovett, director de prototipos y experimentación de la subsecretaría de investigación e ingeniería, detalló la naturaleza del nuevo entrenamiento. Lovett explicó que "en este próximo T-REX, comenzaremos a albergar la escuela TOPGUN. Jugaremos Rojo contra Azul, su mejor [ofensiva] contra nuestra mejor defensa".
Claves del nuevo enfoque de drones del Pentágono
¿Qué es el "Top Gun" para drones? Es un programa intensivo de entrenamiento de combate que enfrentará a los mejores operadores de drones FPV ofensivos contra las defensas anti-drones más avanzadas en escenarios realistas.
¿Qué son los drones FPV? Son drones pequeños y ágiles controlados a través de gafas de realidad virtual, que se convirtieron en armas de precisión de bajo costo en conflictos como el de Ucrania.
¿Qué es T-REX? Es un ejercicio semestral del Pentágono para probar y evaluar nuevas tecnologías en condiciones de campo, acelerando su adopción por parte de las fuerzas armadas.
¿Por qué ahora? El Pentágono busca cerrar la brecha en la producción en masa de drones y en el entrenamiento de operadores frente a sus adversarios, adoptando lecciones directamente del campo de batalla.
El ejercicio T-REX 25-2 se centrará ampliamente en sistemas de defensa aérea de corto alcance y contra-UAS (C-UAS), tanto en entornos urbanos como en la protección de bases militares. El Teniente Coronel Matt Limeberry, quien dirige los experimentos T-REX en Camp Atterbury, Indiana, mencionó que el enfoque técnico está en la "cadena de eliminación de vigilancia aérea pasiva y multiespectral". Este concepto se basa en la fusión de datos de múltiples sensores pasivos (que no emiten energía y son difíciles de detectar) para construir una imagen precisa del espacio aéreo y neutralizar amenazas.
Este modelo de experimentación rápida, que busca llevar productos del concepto a la producción en menos de dos años, desciende directamente del programa Rapid Defense Experimentation Reserve (RDER), iniciado durante la administración anterior. Según Lovett, el proceso está tan integrado que ya no necesita una designación especial. "Ahora está institucionalizado", afirmó. "Esa es la forma en que hacemos negocios".
El éxito de este enfoque se evidencia en sistemas como el Kratos XQ-58 Valkyrie, un UCAV prescindible que, tras pasar por este ciclo de desarrollo, es ahora adquirido por el Cuerpo de Marines de EE. UU., o el dron portátil "Iron Weasel" de Berry Aviation, ambos exhibidos en el evento.
Emil Michael, el Subsecretario de Defensa para Investigación e Ingeniería, subrayó en Breaking Defense que este proceso "reduce las barreras, invita a más gente, y hace experimentación", abriendo la puerta a una amplia gama de socios comerciales, desde pequeñas empresas hasta gigantes tecnológicos como Amazon.
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