En una de esas cosas que nunca son buenas, hoy la pifié. En el tratamiento de la noticia del accidente en Cuba, con un montón de información yendo y viniendo, me apuré a sacar conjeturas por twitter, identificando como posible un 737-500 ex Aerolíneas.
Independientemente de para donde termine yendo la información, porque sigue siendo bastante contradictoria, el punto no es ése. Terminé haciendo lo que critico. Y no está bien.
Tomo este evento como un punto de inflexión, y un aprendizaje: respetar mis propias reglas, las que dejé claras en este blog hace bastante. Hablaré de accidentes cuando la información sea concreta y cuando haya información oficial.
No antes. Nunca más antes de ese punto.
No hay excusa, no hay mitigante. Estuvo mal. Lo reconozco y tomaré medidas al respecto. Ya el espacio maneja un nivel de repercusión que me exige extremar los cuidados.
Hay mil formas de hacer las cosas mal, y una sola de hacerlas bien. No me queda otra que seguir tratando de acertarle siempre a esa única forma.
Gracias a los que siguen y a los que entenderán el desliz. Gracias a los que tienen una voz crítica, que es escuchada. Mi viejo siempre me dijo que hombre no es el que hace, si no el que erra y levanta la mano. Me toca levantar la mano.
Mis disculpas, y gracias por seguir leyendo. Nos vemos en las notas de mañana.