El gran aeropuerto único de Buenos Aires que nunca fue: Ezeiza cumple hoy 76 años
Este 30 de abril se cumplen 76 años de la inauguración oficial del Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini, más conocido simplemente como Ezeiza. Concebido como un ambicioso proyecto de escala monumental durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón, el aeropuerto no sólo fue pensado como una terminal aérea, sino como el corazón de un verdadero polo urbanístico en el sudoeste del Gran Buenos Aires.

Diseñado en la década de 1940 con una visión que se adelantaba a su tiempo, el complejo incluía, además de pistas y terminales, barrios para empleados, áreas recreativas, un hotel internacional, una autopista exclusiva y hasta la forestación de 2.000 hectáreas para crear una barrera verde entre la infraestructura y el entorno urbano. Todo esto comenzó a concretarse en 1945 y se completó en menos de cuatro años, algo notable incluso bajo los estándares actuales.

En su momento, fue promocionado como el aeropuerto más grande del mundo, aunque esa afirmación solo era válida si se consideraba el total del terreno afectado al proyecto, que rondaba las 7.600 hectáreas. Hoy, el área efectivamente operativa del aeropuerto se reduce a unas 3.475 hectáreas.
Según relató Pablo Luciano Potenze en una nota para El Mensajero Turístico, al momento de su apertura se construyeron dos espigones —uno para vuelos nacionales y otro para internacionales— con capacidad para recibir simultáneamente a 24 aeronaves. Sin embargo, sólo uno de ellos llegó a utilizarse, ya que el volumen de operaciones inicial nunca justificó el despliegue completo. El edificio central, con una torre de control coronándolo, contaba con oficinas administrativas y una confitería con amplios ventanales orientados hacia las pistas, reforzando la idea de aeropuerto como espectáculo. Incluso se pensó en el turismo aeroportuario, antes de que existiera tal concepto.

El hotel internacional, ubicado frente a la terminal, tuvo un destino incierto desde el principio. Bajo la órbita inicial de la Fundación Eva Perón, luego concesionado y más tarde gestionado brevemente por el Ministerio de Bienestar Social en tiempos de José López Rega, nunca logró posicionarse como parte esencial del sistema aeroportuario y fue clausurado en los años setenta.

La proyección original de Ezeiza como único hub aéreo del área metropolitana se vio interrumpida por un actor inesperado: el Aeroparque Jorge Newbery. Inaugurado de forma provisional por la Fuerza Aérea Argentina en 1947 mientras Ezeiza aún estaba en obras, comenzó absorbiendo vuelos de Aeroposta, ALFA y LADE.
Aunque en 1950, con la creación de Aerolíneas Argentinas, gran parte del tráfico fue transferido a Ezeiza, la balanza volvería a inclinarse hacia el río tras la caída del peronismo y la liberalización del mercado aéreo. Nuevas aerolíneas como Austral y ALA prefirieron operar desde Aeroparque, y para mantenerse competitiva, Aerolíneas Argentinas también mudó sus vuelos domésticos en 1958.
Así fue como Ezeiza quedó sobredimensionado para el volumen real de vuelos, con apenas 40 operaciones comerciales por día en algunos períodos. Un gigante parcialmente dormido, sin la expansión prevista por sus creadores. Otra hubiese sido la historia de la aviación comercial argentina si Buenos Aires hubiese tenido un solo gran hub.
En los años 50 se amplió la pista principal —actual 11/29, entonces 10/28— a 3.300 metros para recibir aviones a reacción. En los 70, con el crecimiento internacional de Aerolíneas Argentinas, se instalaron nuevos sistemas de radar y comunicaciones, se mejoraron las cocinas de a bordo y se ampliaron las áreas de mantenimiento.

El Mundial de 1978 fue la excusa perfecta para renovar el complejo: se demolió el espigón internacional original y construyó una nueva terminal (conocida también como “espigón internacional” y hoy Terminal A) al tiempo que se reconvirtió el edificio histórico para uso exclusivo de Aerolíneas Argentinas.

Pero después de ese impulso, hubo que esperar más de dos décadas para otra mejora significativa, con la apertura del sector de arribos de la Terminal A en el año 2000.

A partir de entonces, las obras se aceleraron. Entre 2011 y 2013 se habilitaron la Terminal C y el área de preembarque de la Terminal B. En 2019 estaba previsto sumar la nueva terminal de partidas, pero un trágico accidente durante su construcción demoró la inauguración hasta abril de 2023.
Este nuevo edificio, de 50.000 m² distribuidos en tres niveles y 230 metros de frente, unificó las partidas internacionales y domésticas. Incluye 165 mostradores de check-in y 128 puestos de autoservicio, siguiendo el modelo de las terminales más modernas del mundo.


Pese a tantas transformaciones, el corazón original del proyecto —los tres bloques del círculo central— aún sigue en pie. Actualmente albergan oficinas de Aeropuertos Argentina 2000, la ANAC, la Fuerza Aérea, y otras dependencias. Aunque en algún momento se especuló con su demolición, hoy se mantienen como parte del paisaje y testimonio de una época de grandes ambiciones arquitectónicas.
El aeropuerto de Ezeiza continúa esperando que Aeroparque agote su margen de expansión para asumir plenamente el rol que le fue asignado desde su nacimiento: ser el gran aeropuerto de Buenos Aires y de la Argentina. Tal vez aún falten muchos años para que eso ocurra, pero el espacio está ahí, listo para asumir ese desafío.
Los números del aeropuerto de Ezeiza
En 2024 el Aeropuerto Internacional de Ezeiza movilizó 11,07 millones de pasajeros, 7% más que en 2023. De ese total, 8,06 millones fueron pasajeros internacionales (+13%) y 3,01 millones fueron pasajeros de cabotaje (-6%).
27 aerolíneas operan vuelos Internacionales de pasajeros en Ezeiza: Air Europa, American Airlines, Air Canada, Air France, Aeromexico, Aerolíneas Argentinas, Avianca, ITA, Boliviana de Aviación, British Airways, Copa Airlines, Delta Air Lines, Arajet, Emirates, Ethiopian, Flybondi, GOL, SKY, Iberia, LEVEL, JetSMART, KLM, LATAM, Lufthansa, SWISS, Turkish Airlines y United Airlines.
Éstas conectan a Ezeiza con 39 destinos en América, Europa, África y Medio Oriente: Addis Ababa, Amsterdam, Atlanta, Barcelona, Bogotá, Porto Seguro, Brasilia, Cochabamba, París-CDG, Cancún, Dubai, Roma, Florianópolis, Fortaleza, Frankfurt, Río de Janeiro, Sao Paulo, Guayaquil, Houston, Estambul, Nueva York-JFK, Joao Pessoa, Londres Heathrow, Lima, Madrid, Maceió, Medellín, Ciudad de México, Miami, Panamá, Punta Cana, Recife, Santiago de Chile, San José-CR, Salvador, Quito, Santa Cruz de la Sierra, Toronto y Zurich.
Además, hay vuelos dentro de Argentina hacia Bahía Blanca, Bariloche, Córdoba, Chapelco, Comodoro Rivadavia, Esquel, El Calafate, Iguazú, Jujuy, Mendoza, Neuquén, Puerto Madryn, Trelew, Resistencia, Río Grande, Río Gallegos, Rosario, Salta, Tucumán y Ushuaia.
A continuación reproducimos algunas imágenes del archivo de Gustavo Roberto D’Antiochia, un apasionado por la aviación y gran historiador del aeropuerto de Ezeiza, su lugar de trabajo desde hace más de tres décadas.









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