El fin de una era: Israel confirma la destrucción de cazas F-14 Tomcat en Teherán
El bombardeo del aeropuerto de Mehrabad tuvo entre sus objetivos destruir ejemplares de Grumman F-14 Tomcat que servían como fuente de repuestos a una flota activa que agoniza. El futuro de la IRIAF ya no cuenta con el caza más lindo de la historia, que cierra su ciclo de vida 50 años después de entrar en servicio.
La era del Grumman F-14A Tomcat en la Fuerza Aérea de la República Islámica de Irán (IRIAF) parece llegar a su fin. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) publicaron imágenes de video que confirman la destrucción de al menos dos de estos cazas en el Aeropuerto Internacional de Mehrabad, como parte de una campaña aérea expandida que busca desmantelar por completo las capacidades de defensa iraníes.
Las imágenes, captadas por la mira infrarroja de un sistema de armas, muestran a los dos F-14 estacionados fuera de sus refugios reforzados mientras son impactados por municiones aire-tierra.
Este evento confirma que la estrategia israelí no solo se enfoca en la infraestructura nuclear y de misiles, sino también en la neutralización de la aviación de combate iraní para asegurar el control del espacio aéreo a largo plazo.
El analista de defensa Tyler Rogoway, de The War Zone, detalló que estos dos aviones en particular se encontraban en una condición no operativa y permanecían en esa ubicación desde hacía años, probablemente sirviendo como fuente de repuestos para mantener en vuelo a una mínima parte de la flota. La práctica de canibalizar aeronaves ha sido una constante en Irán para sostener la operatividad de los complejos Tomcat desde que Estados Unidos impuso el embargo de armas hace décadas.

La base principal de operaciones de los "Gatos Persas" es la 8ª Base Aérea Táctica en Isfahán, aunque en el pasado ofrecían cobertura de Alerta de Reacción Rápida (QRA) para la capital desde Mehrabad. La destrucción de estos aparatos, incluso si no estaban en condiciones de vuelo, es un golpe simbólico y material a uno de los activos más preciados de Irán.
El Ocaso del Tomcat
¿Es el final del F-14 iraní? La destrucción confirmada de unidades F-14 en Teherán por parte de Israel, sumada a la campaña para anular las defensas aéreas, marca el ocaso casi seguro del icónico caza. Su servicio de casi cinco décadas en Irán finaliza bajo el fuego, acelerando la necesidad de un reemplazo que aún es incierto.
Una Fuerza Aérea superada
La ofensiva israelí pone de manifiesto la precaria situación de la IRIAF. Según informes, la fuerza aérea iraní no opuso una resistencia aérea considerable durante las incursiones. La principal amenaza provenía de las defensas antiaéreas basadas en tierra, las cuales también son un objetivo prioritario en la campaña de las FDI. La eliminación de la flota de cazas tácticos es, evidentemente, una meta central para Israel.
Antes del conflicto, el número exacto de F-14 operativos era motivo de debate. Las estimaciones variaban desde un puñado hasta un máximo de veinticinco aeronaves. Su efectividad también estaba en duda; el (en su momento) avanzado radar AN/AWG-9 sufría de baja disponibilidad y el estado de su armamento original, como los misiles AIM-54 Phoenix, era incierto. Los programas locales para integrar armamento alternativo tuvieron resultados dispares.
Cuando Irán salvó al Tomcat
Irónicamente, la misma nación que hoy ve los restos de sus F-14 humear en la pista de Mehrabad, fue la responsable de salvar al programa Tomcat de una cancelación prematura. A principios de la década de 1970, el fabricante Grumman enfrentaba una severa crisis financiera por los sobrecostos del desarrollo del F-14, y la Marina de los Estados Unidos consideraba seriamente terminar el proyecto.
Fue entonces cuando el Sha de Irán, Mohammad Reza Pahlavi, en su búsqueda de un interceptor capaz de contrarrestar las incursiones de los MiG-25 soviéticos sobre su territorio, fijó su atención en el caza de alas variables. El monumental pedido iraní por 80 aeronaves y su exclusivo misil AIM-54 Phoenix inyectó el capital que Grumman necesitaba desesperadamente, asegurando así la continuidad de la línea de producción y el futuro del F-14 tanto para la U.S. Navy como para la que, años más tarde, sería la República Islámica de Irán.
El reemplazo que no llega
En la actualidad, el F-14 Tomcat estaba destinado a ser reemplazado. El candidato más mencionado durante años era el caza ruso Sukhoi Su-35, una aeronave que representaría un salto cualitativo en capacidades para la IRIAF. Sin embargo, la concreción de esta compra enfrenta demoras. Reportes recientes sugieren que algunas de las aeronaves que se creían destinadas a Irán pudieron ser exportadas a otro cliente de Rusia, Argelia.
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Con la destrucción confirmada de parte de su flota y una campaña israelí decidida a eliminar cualquier amenaza aérea, es muy poco probable que el F-14 continúe formando parte del inventario iraní si la fuerza aérea logra reconstituirse tras el conflicto.
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