Boeing no espera lograr la certificación del MAX 10 antes de mediados de 2023

Boeing no prevé obtener la certificación del 737 MAX 10 antes del verano boreal de 2023, de acuerdo con una carta de la Administración Federal de Aviación (FAA) de los Estados Unidos, según reportó la agencia Reuters.

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Días atrás se conoció que la entidad regulatoria estadounidense había informado al fabricante aeroespacial que la documentación de rigor presentada para certificar la variante MAX 7, la más pequeña de la familia, era inadecuada y, por ende, era improbable que el proceso se completara antes del 31 de diciembre de este año.

En marzo pasado, otro documento consignaba que el proceso de aprobación del MAX 10, la variante de mayor tamaño y capacidad de la familia, difícilmente se completaría en 2022.

Una fecha clave

Este plazo máximo intensifica la preocupación por el calendario de entregas del fabricante: el próximo 1 de enero entrará en vigor la Aircraft Certification, Safety and Accountability Act (ACSAA), que endurecerá las condiciones necesarias para la obtención del certificado tipo de una nueva aeronave.

La nueva normativa, aprobada en 2020, surgió como respuesta a la controversia generada alrededor de la naturaleza del proceso que anteriormente permitió la aprobación de las variantes MAX 8 y MAX 9, las únicas que actualmente operan comercialmente, de forma expeditiva (y con los resultados ya conocidos).

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Por ese motivo, Boeing deberá cumplir con los nuevos requisitos de sistemas de alerta en cabina, mucho más exigentes que los que permitieron que la Administración Federal de Aviación otorgara una exención a la necesidad de mejorar estos mecanismos. La única manera de evitarlo sería obtener una prórroga del Congreso de los Estados Unidos.

Tres posibilidades

En la cara enviada al fabricante el 19 de septiembre y hecha pública la semana pasada, la entidad gubernamental dejó en claro su preocupación ante el probable escenario de que la certificación de ambas variantes no se completara antes del 31 de diciembre. Boeing debería lograr primero la aprobación del MAX 7, ya que la autorización del MAX 10 depende de parte de la documentación del primero, según aclaró Dave Calhoun, director general de la empresa.

En julio, Boeing había amenazado con cancelar el desarrollo del MAX 10 en caso de que la legislatura bicameral estadounidense no ampliara el plazo para que el avión entrara en servicio sin un nuevo sistema de alerta para la tripulación.

No obstante, Calhoun aseguró el mes pasado que aún creía que era posible que la Administración Federal de Aviación aprobara el MAX 7 este año y que todavía había «una posibilidad» de que el MAX 10 corriera la misma suerte. En caso contrario, el fabricante deberá rediseñar el modelo para cumplir con los nuevos requisitos o lograr que el Congreso le otorgue la prórroga que desea.