Boeing modifica diseño del 777-9 para resolver problema estructural en enlaces de empuje
Boeing rediseñó componentes del 777-9 tras detectar grietas en enlaces de empuje durante pruebas en 2024.
Boeing implementó cambios estructurales en el diseño del 777-9 tras identificar un problema en los enlaces de empuje (thrust links) que conectan los motores GE9X al fuselaje. Según informó FlightGlobal, el inconveniente fue detectado en agosto de 2024, cuando una inspección de rutina reveló grietas en el componente instalado en el ala izquierda de uno de los aviones de prueba.
La compañía suspendió temporalmente las pruebas de vuelo del programa por cinco meses, hasta comprender el origen de la falla. Durante ese período, Boeing realizó una investigación para identificar las condiciones que provocaban el daño. El análisis determinó que el flujo de aire a alta velocidad, proveniente de un puerto de ventilación asociado al sistema de refrigeración de aire, impactaba directamente sobre el enlace de empuje izquierdo.
Este flujo de aire causaba vibraciones localizadas que, combinadas con una manta protectora instalada muy cerca del componente (menos de 7,62 milímetros), generaban un entorno propenso a la aparición de grietas. Boeing explicó que, si la manta no estaba adecuadamente asegurada y quedaba muy próxima al enlace, el componente podía experimentar una pérdida significativa de resistencia estructural.
Como respuesta, el fabricante adoptó una serie de medidas correctivas. Entre ellas, se destacan:
- La adición de correas de sujeción para asegurar la manta protectora a las líneas hidráulicas, garantizando una separación constante y segura.
- El sellado del puerto que canalizaba el flujo de aire hacia el enlace afectado.
- Y un incremento en el grosor del material del enlace de empuje, que ahora cuenta con aproximadamente 0,5 milímetros adicionales de espesor para mejorar su durabilidad.
Estas modificaciones fueron aplicadas inicialmente en las aeronaves de prueba. Los vuelos se reanudaron en enero de 2025 luego de validar las soluciones técnicas implementadas. Boeing prevé que los cambios también serán incluidos en las unidades de producción antes del inicio de las entregas, programadas para 2026.
El fabricante continúa trabajando junto con la Administración Federal de Aviación (FAA) para asegurar que todas las modificaciones sean certificadas como parte del proceso de aprobación del programa 777X.
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Aunque el incidente se resolvió sin mayores consecuencias operativas, se suma a una serie de desafíos técnicos que ha enfrentado el 777-9 desde su desarrollo. No obstante, Boeing sostiene que los ajustes contribuirán a mejorar la fiabilidad del modelo de cara a su futura entrada en servicio.
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