Alemania solicita la compra de 400 misiles AMRAAM D-3 para sus F-35A
El AIM-120D-3 representa la variante más avanzada del sistema AMRAAM, con un alcance que podría llegar a los 180 km.
La Agencia de Cooperación en Seguridad de Defensa de Estados Unidos (DSCA, por sus siglas en inglés) notificó al Congreso la aprobación preliminar de una posible venta a Alemania de hasta 400 misiles aire-aire de alcance medio AIM-120D-3 AMRAAM, junto con equipos asociados, repuestos, servicios logísticos y documentación técnica. El paquete incluye también 12 secciones de guiado, un vehículo de prueba integrado, kits de telemetría y dispositivos de cifrado KGV-135A.
El contrato, valorado en hasta USD 1.230 millones, no incluye compromisos de offset predefinidos, aunque podrían surgir durante negociaciones directas entre el contratista principal, RTX Corporation, y el gobierno alemán.
De concretarse, esta operación dotaría a la Luftwaffe de una capacidad central para sus futuros cazas F-35A Lightning II, actualmente en fase de preparación logística e industrial. Según la DSCA, la incorporación del AMRAAM D-3 busca “mejorar la capacidad de Alemania para enfrentar amenazas aéreas actuales y futuras” y alinearse con los requerimientos operacionales de la OTAN.
El AIM-120D-3 representa la variante más avanzada del sistema AMRAAM, con mejoras en alcance (entre 150 y 180 km), resistencia a contramedidas electrónicas y precisión gracias a su sistema de navegación asistido por GPS de grado militar (M-Code o SAASM). Su integración con el F-35A permite una gestión optimizada del combate BVR (más allá del alcance visual), en línea con el concepto de first shot, first kill propio de los cazas de quinta generación.
Este paso se suma a la reciente decisión alemana de adquirir el misil furtivo noruego Joint Strike Missile (JSM), diseñado para ataques de precisión en profundidad desde las bahías internas del F-35. Juntos, el JSM y el AMRAAM D-3 componen un paquete de armamento ofensivo que combina sigilo, alcance y versatilidad, aumentando significativamente el potencial del sistema de armas alemán.
Un ecosistema en expansión, bajo tensiones estratégicas
Aunque Alemania mantiene un pedido confirmado de 35 F-35A para reemplazar su flota de Panavia Tornado —clave en la misión de disuasión nuclear de la OTAN—, la posibilidad de ampliar la cantidad de aeronaves ha sido motivo de especulación y debate interno. El Ministerio de Defensa ha negado planes de comprar más unidades por el momento, en medio de tensiones con Francia por el incierto futuro del programa FCAS, el caza europeo de sexta generación.
En paralelo, el grupo Rheinmetall avanza en la instalación de una línea de producción integrada (IAL) para fabricar más de 400 secciones centrales del fuselaje del F-35 en su planta junto al aeropuerto de Weeze. Esta instalación —la segunda de su tipo en Europa tras la italiana de Cameri— consolida el rol industrial alemán dentro del programa global del F-35, aunque también profundiza las críticas en sectores que reclaman mayor soberanía tecnológica y autonomía estratégica.
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