Esta mañana la plana directiva de Aerolíneas Argentinas envió a todos sus empleados un comunicado a través del cual informó su decisión de iniciar las negociaciones que permitan proceder en la suspensión de una parte de la plantilla laboral, en el marco del artículo 223 bis de la Ley de Contrato de Trabajo, tal y como lo habíamos adelantado ayer.
Ese artículo indica que ««se considerará prestación no remunerativa las asignaciones en dinero que se entreguen en compensación por suspensiones de la prestación laboral y que se fundaren en las causales de falta o disminución de trabajo, no imputables al empleador, o fuerza mayor debidamente comprobada, pactadas individual o colectivamente y homologadas por la autoridad de aplicación, conforme normas legales vigentes, y cuando en virtud de tales causales el trabajador no realice la prestación laboral a su cargo», y, como también habíamos mencionado ayer, es el mismo al cual se acogió LATAM Argentina para suspender a sus empleados y reducirles el 50% del sueldo (con un piso de ARS 47.500).
«La empresa convocará a una mesa de trabajo a los representantes de las seis asociaciones sindicales que nuclean al personal de la compañía, a los fines de alcanzar un acuerdo que permita atravesar esta difícil situación, adecuando el funcionamiento de la organización al escenario actual y preservando, en la medida de las posibilidades, los intereses de los trabajadores y trabajadoras de la compañía», y esto es clave dado que sin lograr un acuerdo colectivo, Aerolíneas Argentinas corre el riesgo de seguir los pasos de LATAM, cuya medida, que no logró consenso gremial, obtuvo un fallo negativo por parte del Ministerio de Trabajo la semana pasada, obligándola a abonar el 100% de los sueldos.
«Esta medida tiene como objetivo redirigir la asignación de recursos al mantenimiento de la flota, el aseguramiento de la cadena de abastecimiento de repuestos y el pago de reparaciones de aeronaves», prosigue el comunicado de la empresa estatal, indicando que desde el inicio de la pandemia sus ingresos cayeron el 97%, manteniendo como auxilio financiero sólo los aportes del Estado Nacional.
También detallan que han iniciado negociaciones con proveedores de combustibles para postergar deudas y el pago de cuentas corrientes, mientras avanzan en tratativas para reprogramar pagos con el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil y con el Banco de la Nación Argentina, y se pospusieron pagos de alquiler de aeronaves.
«Seguramente, muchas aerolíneas no podrán superar la crisis que atraviesa la industria. Por eso tenemos que tomar todas las medidas necesarias para que Aerolíneas Argentinas logre salir de esta situación y pueda tener un destino de crecimiento y desarrollo. Ese objetivo es el que perseguimos todos los días», concluye el comunicado.
APLA fue el primer gremio que hizo conocer su posición oficial al respecto ayer domingo, expresando que no aceptarán «ningún tipo de desvinculación laboral encubierta. Si bien comprendemos las enormes dificultades que genera la pandemia de COVID-19 para la compañía y el esfuerzo que realiza el Estado nacional para cubrir el déficit operativo en estos momentos sumamente delicados que nos toca atravesar, ajustar en los ingresos de los trabajadores no es la solución».
Desde Aeronavegantes, sindicato que agrupa a los TCP, manifestaron que «evaluaremos el planteo de la Aerolínea de bandera cuando se nos envíe su potencial impacto en nuestro colectivo en particular, y fijaremos una postura clara que proteja las fuentes de trabajo y los ingresos de nuestros afiliados y compañeros. La empresa debe ser igualmente responsable en las medidas que proponga respecto de sus trabajadores, que una vez más la han convertido en una herramienta fundamental y estratégica de nuestro país».
Así también aclararon que manejarán «con extrema responsabilidad la delicada situación, y seremos igualmente cautos a la hora de informarles cada novedad».
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