Adiós, Reina tanquera: la Fuerza Aérea de Israel destruye el último Boeing KC-747 de la historia en Mashhad
Un ataque israelí en Mashhad destruye el último tanquero Boeing KC-747 de Irán y daña otro 747, afectando la ya complicada capacidad de proyección estratégica de Teherán.
En una de las operaciones de mayor alcance de la reciente escalada, la Fuerza Aérea de Israel (IAF) destruyó el que se considera el último Boeing 747 tanquero (KC-747) en estado operativo de la Fuerza Aérea de la República Islámica de Irán (IRIAF). El ataque, ejecutado el domingo 15 de junio de 2025 en el Aeropuerto Internacional de Mashhad, también dejó con daños severos a otro Boeing 747 de carga.
El bombardeo representa una afectación directa a la capacidad de proyección de fuerza de la aviación de combate iraní, que dependía de esta plataforma para las misiones de reabastecimiento en vuelo de largo alcance. El avión destruido era un Boeing 747-131F, una de las versiones de carga del Jumbo Jet, adaptado por Irán con una pértiga de reabastecimiento (flying boom).
Junto al tanquero, las imágenes difundidas tras el ataque muestran a un Boeing 747-270C con daños. Fuentes especializadas en defensa, como el analista Babak Taghvaee, identificaron a esta segunda aeronave como un antiguo avión de Iraqi Airways que formaba parte del grupo de aeronaves que volaron a Irán en 1991 buscando refugio durante la Operación Tormenta del Desierto y que no fueron devueltas.
Para entender
¿Por qué es relevante la pérdida de este avión?
La destrucción del único KC-747 operativo limita la capacidad de la Fuerza Aérea Iraní para mantener sus cazas en el aire por períodos prolongados y a grandes distancias de sus bases. Esto afecta su potencial para ejecutar operaciones ofensivas o defensivas lejos de su territorio, una capacidad que depende de plataformas de reabastecimiento aéreo que ahora son extremadamente escasas en su inventario.
La historia del 747 como tanquero: una solución estratégica
La idea de utilizar el Boeing 747 como plataforma de reabastecimiento aéreo data de la década de 1970. La Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF) estudió la posibilidad de un "Advanced Tanker-Cargo Aircraft" (ATCA), buscando un avión que pudiera transportar combustible y carga simultáneamente a largas distancias.
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Boeing propuso una variante del 747, designada KC-33A, que competía contra el DC-10 de McDonnell Douglas. Aunque la USAF seleccionó al DC-10, que dio origen al KC-10 Extender, el concepto del 747 tanquero encontró un cliente: la Fuerza Aérea Imperial de Irán, bajo el mando del Shah Mohammad Reza Pahlavi.
De esa manera, Irán se convirtió en el único operador militar de una flota de tanqueros Boeing 747. Antes de la Revolución Islámica de 1979, el gobierno del Shah buscaba consolidar al país como una potencia militar en la región y la capacidad de proyectar su poder aéreo era un componente de esa política. Con asistencia de Boeing y, según informes, de Israel Aircraft Industries, Irán modificó varios de sus 747-100F de carga con una pértiga de reabastecimiento (boom), creando los KC-747.
Estas aeronaves demostraron su valor durante la guerra contra Irak (1980-1988), donde fueron necesarios para soportar las misiones de larga duración de la flota de cazas F-4 Phantom y F-14 Tomcat, permitiéndoles patrullar el Golfo Pérsico y atacar objetivos en territorio iraquí.
El ataque en el contexto actual
El ataque al aeropuerto de Mashhad, ubicado en el noreste de Irán y a más de 1.500 kilómetros de Israel, subraya el alcance de la ofensiva israelí, denominada "Operación León Ascendente" (Operation Rising Lion). La operación, que inició alrededor del 12 de junio, incluye bombardeos sobre objetivos estratégicos, nucleares y militares en todo el territorio iraní. La IAF afirmó a través de sus canales oficiales que la misión sobre Mashhad fue "el ataque más distante desde el comienzo de la operación" y que trabajan para "lograr la superioridad aérea en todo Irán".
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El Boeing 747-270C dañado, según registros de flotas de Airfleets.net, correspondería a una de las aeronaves que pertenecieron a Iraqi Airways. Durante la Guerra del Golfo de 1991, más de un centenar de aviones militares y civiles iraquíes volaron a Irán. Bagdad esperaba preservarlos de la campaña aérea de la Coalición, pero Teherán los consideró reparaciones de guerra por el conflicto entre ambos países y los incorporó a sus fuerzas armadas y aerolíneas estatales.
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