Acuerdo entre Turquía y UK impulsa compra de cazas Eurofighter
El MoU fue firmado en la feria IDEF por los ministros de Defensa turco y británico.
En el marco de la 17ª edición de la feria internacional de defensa IDEF, Turquía y el Reino Unido firmaron hoy un Memorando de Entendimiento (MoU) que formaliza su voluntad de avanzar hacia un acuerdo de exportación de cazas Eurofighter Typhoon. La firma estuvo a cargo del ministro de Defensa Nacional turco, Yaşar Güler, y su par británico, John Healey.
El documento constituye un paso diplomático y político de alto perfil que acerca a Turquía a convertirse en el décimo operador del caza europeo, tras años de negociaciones técnicas, revisiones industriales y acuerdos multilaterales con los países socios del consorcio Eurofighter. Se espera que el MoU siente las bases para la adquisición de 40 aviones en configuración Tranche 4, con un pedido inicial de 20 unidades.
“Este paso es un hito hacia la incorporación de Turquía a la comunidad de usuarios del Typhoon. Creemos que este acuerdo fortalecerá no solo nuestras capacidades aéreas, sino también los lazos de cooperación en defensa entre nuestras industrias”, afirmó Güler durante el acto en Estambul.
Según fuentes británicas, el potencial contrato tendría un valor de varios miles de millones de libras esterlinas y sería el primero en concretarse desde que Qatar firmó su pedido en 2017. La operación podría garantizar la continuidad de la línea de ensamblaje final de BAE Systems en Warton más allá de 2030 y sostendría unos 20.000 empleos directos e indirectos en el Reino Unido.
“El Typhoon no solo es un activo estratégico en la defensa europea. También es un motor económico. Este acuerdo con Turquía demuestra nuestra intención de usar la defensa como vector de crecimiento industrial”, señaló el secretario Healey.

Diversificación estratégica
La firma del MoU con el Reino Unido se inscribe en una estrategia más amplia por parte de Turquía para diversificar su equipamiento militar más allá del material estadounidense, tras años de tensiones bilaterales que incluyeron su expulsión del programa F-35 en 2019. Aunque las relaciones con Washington han comenzado a recomponerse —incluido el destrabe de la venta de F-16 Block 70—, Ankara busca reducir su dependencia de decisiones unilaterales del Congreso estadounidense y, en paralelo, fortalecer su rol dentro de la OTAN y el Consejo de Seguridad de la ONU, donde ejerce una política exterior activa.
En ese sentido, la opción por el Eurofighter Typhoon no es solo una decisión técnica. Refleja un giro político hacia una cooperación más profunda con socios europeos, particularmente el Reino Unido, Italia y España, países que han respaldado abiertamente la operación. Alemania, cuyo bloqueo había sido el principal obstáculo hasta 2024, flexibilizó su posición con el cambio de gobierno en Berlín, permitiendo avanzar en los aspectos industriales y en el suministro de armamento clave como el misil Meteor.
Este enfoque multipolar se complementa con recientes contactos diplomáticos para una eventual reincorporación al programa F-35. Tras la cumbre de la OTAN en La Haya, el presidente Recep Tayyip Erdogan confirmó que el tema fue tratado con el presidente estadounidense Donald Trump y que ya comenzaron conversaciones técnicas para reactivar la participación turca, aunque no se han dado señales oficiales por parte del Departamento de Defensa de EE. UU.
Mientras tanto, la Fuerza Aérea Turca enfrenta una postergada necesidad de modernización. El programa nacional KAAN —su futuro caza de quinta generación— aún requerirá varios años hasta alcanzar una capacidad operativa inicial. En ese contexto, el Eurofighter Typhoon aparece como una solución inmediata, políticamente viable y técnicamente madura, que permitiría sostener la capacidad de superioridad aérea del país en un entorno regional cada vez más competitivo.
La apuesta turca por integrar el club Typhoon no solo le garantiza acceso a una plataforma probada y en evolución, sino que también le granjea alianzas más profundas con los países participantes del consorcio Eurofighter —Reino Unido, Alemania, Italia y España—, todos pilares de la OTAN. En un escenario de creciente incertidumbre sobre el rumbo futuro de la Alianza y del equilibrio entre sus miembros, este movimiento refuerza el anclaje regional de Turquía y su rol como articulador clave entre flancos y esferas de poder dentro de la arquitectura euroatlántica de defensa.
Próximos pasos
El MoU no implica todavía una orden de compra formal, pero ambas partes coincidieron en que su firma “acerca significativamente a un acuerdo final”. Las negociaciones comerciales y técnicas continuarán en las próximas semanas. La participación de la industria turca en el soporte logístico, mantenimiento y eventualmente producción de componentes, será parte central del entendimiento.
Jorge Tamarit-Degenhardt, CEO del consorcio Eurofighter, celebró la firma como “una señal clara del momento crítico que vive la seguridad europea, donde el Typhoon representa un activo clave para la protección del espacio aéreo aliado”.
La decisión final quedará en manos del gobierno turco, que deberá definir la estructura del contrato, su financiación y el cronograma de entregas.
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