Acuerdo en Pratt & Whitney: el sindicato aprueba contrato y pone fin a la huelga
Los trabajadores, que iniciaron la huelga el 5 de mayo, retornarán a sus labores el miércoles 28 de mayo.
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Miembros del sindicato International Association of Machinists and Aerospace Workers (IAM) en Pratt & Whitney ratificaron la oferta de contrato de la empresa el martes 27 de mayo, con lo que concluye una huelga de tres semanas que afectaba las operaciones del fabricante de motores.
El sindicato, que representa a cerca de 3.000 miembros en las dos plantas de Pratt & Whitney en Connecticut, ubicadas en East Hartford y Middletown, informó que la oferta obtuvo una aprobación del 74%. Los trabajadores, que iniciaron la huelga el 5 de mayo tras rechazar una oferta inicial de la compañía a principios de ese mes, retornarán a sus labores el miércoles 28 de mayo.
Bajo los términos del nuevo convenio, que se extenderá por cuatro años, Pratt & Whitney se compromete a mantener la producción de motores en sus instalaciones de Connecticut hasta el año 2029. Aunque los detalles específicos de este compromiso no se divulgaron de inmediato, la preservación de los puestos de trabajo en estas plantas era una prioridad central para el IAM. El sindicato expresaba preocupación ante la posibilidad de que la producción pudiera trasladarse a fábricas no sindicalizadas fuera del estado.
El acuerdo contempla un aumento salarial del 15,5% durante la vigencia del contrato y mayores contribuciones a los planes de pensión.
Pratt & Whitney, una división de RTX Corp, es el proveedor de motores para el caza F-35 de Lockheed Martin, suministrando el F135. Además, la compañía produce aproximadamente el 70% de los motores turbofán engranados (GTF), de la familia PW1000G, que impulsan a la familia A320neo de Airbus, aeronaves de alta demanda en el mercado global.
Brian Bryant, presidente internacional del IAM, declaró que el contrato "es un testimonio del poder de la negociación colectiva y la importancia de respetar a la fuerza laboral". Por su parte, un portavoz de Pratt & Whitney expresó que la votación "reafirma nuestro compromiso con las personas, los programas y las comunidades que impulsaron nuestro legado y que darán forma a nuestro próximo siglo de innovación en la aviación”.
Esta fue la primera huelga en más de dos décadas en las instalaciones del fabricante de motores en Connecticut. Durante el paro, Pratt & Whitney reasignó a algunos ingenieros a las líneas de producción como parte de su plan de contingencia. La disputa laboral también tuvo momentos de tensión, como cuando la empresa suspendió el seguro médico de los trabajadores dos semanas después de iniciada la huelga. Esta acción motivó que el Fiscal General de Connecticut, William Tong, acusara a la compañía de "castigar e intimidar a los trabajadores por ejercer sus derechos legales”, según reportes de prensa locales. Diversos funcionarios electos a nivel federal, estatal y local manifestaron su apoyo a los huelguistas uniéndose a los piquetes.
El acuerdo en Pratt & Whitney se inscribe en una reciente serie de negociaciones contractuales en el sector manufacturero de Estados Unidos que resultaron favorables para los trabajadores sindicalizados. Como referencia, en noviembre del año pasado, cerca de 33.000 miembros del IAM en Boeing aprobaron un nuevo contrato de cuatro años que incluía un aumento salarial del 38%.
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