Este domingo se celebrarán las elecciones primarias del Partido Democrático, donde Matteo Renzi se juega su carrera como político. Un posible futuro de Alitalia depende de eso.
Tras el fracaso del referéndum sobre la reforma constitucional del 4 de Diciembre de 2016, el Primer Ministro Matteo Renzi tenía dos opciones: continuar debilitado por la magnitud de la derrota o renunciar para comenzar de nuevo. Optó por lo segundo. Tiempo después, en febrero de este año, renunció también a su cargo de Secretario General del Partido Democrático (PD). Muchos lo vieron como el fin de su carrera política; otros, con las elecciones primarias del partido en el horizonte cercano, realmente querían que lo fuera.
Michele Emiliano, presidente del PD de la región de Apulia, exigió que Renzi no volviera a presentarse como candidato a Secretario General. Renzi dijo que esa condición era “impropia del juego democrático”. En busca de legitimidad, había renunciado en su momento más débil para volver con mucha más fuerza. Este domingo 30 de Abril, de acuerdo a las encuestas, completará una movida estratégica fundamental para el futuro de la coalición gobernante, de Italia y de su línea aérea de bandera.
“Tengo un plan para Alitalia”
Con la crisis de la compañía ya desatada, Renzi dijo en conferencia de prensa que tiene “un plan” y que lo presentará a mediados de mayo. Lógicamente, dependerá de que primero gane las elecciones internas del partido y del clima que generen los resultados de las primeras elecciones municipales, realizarse el 7 de mayo. No se extendió demasiado en detalles sobre el plan, pero hay quien considera que busca por sobre todas las cosas evitar la liquidación de los activos de Alitalia por partes.
De por sí, la idea de Renzi de presentar el plan a mitad de mayo es una bocanada de aire fresco: estiró el horizonte de decisión sobre la compañía a unas saludables tres semanas después del referendum interno de los trabajadores de Alitalia, en el que se rechazó el plan de salvataje propuesto por los accionistas. De hecho, la primera asamblea convocada para el 27 de Abril fue cancelada, pasando directamente a la asamblea del 2 de mayo, que podrá definir los próximos pasos de la aerolínea.
De acuerdo a ciertos analistas, el plan puede consistir en formar un consorcio entre ENI (Ente Nazionale Idrocarburi, Corporación Nacional de Hidrocarburos), Trenitalia y Leonardo (antes Finmeccanica, consorcio industrial de Aeronáutica y Defensa), con la participación de alguna línea aérea extranjera.
La otra opción posible del plan de Renzi será una administración controlada hasta encontrar un comprador de los activos y las operaciones. Con él en el poder, muchos consideran que negociar con los grandes holdings será más simple, ya que al momento muchos posibles compradores sienten que la actual cúpula del gobierno no es un interlocutor válido, por la debilidad política que enfrentan internamente.
Etihad no vería con malos ojos la vuelta de Renzi a la mesa de negociaciones: entró a la línea aérea con Renzi en el poder, y consideraría importante mantener el respaldo político que tuvo en 2014. Mientras muchos la ven como la culpable del sombrío presente, tener un aliado cercano en el gobierno puede ayudar a que nuevas inyecciones de capital sean factibles.
Con una perspectiva de 1400 millones de euros en compensaciones por desempleo que el estado deberá pagar si la aerolínea quiebra, la elección de invertir 600 o 700 millones para garantizar la continuidad está sobre la mesa. Para Matteo Renzi, el éxito de este plan puede significar la diferencia entre ser visto como el salvador de Alitalia, o el político que no pudo evitar su colapso.
